Álvarez Cibrián reloaded
Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, hoy un volcán apagado, regresó con más fuerza que tormenta y tornado para pelear por un “hueso” de cuatro años en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El polémico ex ombudsman de Jalisco, ese que se despachó una década del erario como José José en barra libre, quiere encabezar el organismo nacional de derechos humanos.
Durante su comparecencia ante senadores, Álvarez Cibrián presumió que en los últimos cinco años de su gestión todas sus recomendaciones fueron atendidas por la autoridad en menos de 10 meses.
Seguro se refería a recomendaciones de restaurantes y buenos vinos porque de eso no cabe duda que aprendió mucho al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
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Al sheriff legislativo, Salvador Caro, no le cayeron bien las críticas sobre la forma de gastar los recursos que tiene asignados para organizar foros.
El legislador calificó de “mal gusto” que le pregunten sobre las viandas que se sirvieron en los foros de legisladores emecistas.
Quizá el sheriff tiene razón y los malvibrosos pecan de quisquillosos, pues qué son 60 mil pesos ante el presupuesto legislativo de casi 800 millones; es quitarle un pelo a un gato.
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Quien se adelantó a la temporada de destapes fue el diputado emecista Jonadab García al publicar en redes sociales un video con su abdomen marcado.
Más que presumir las iniciativas que le han aprobado en su primer año como legislador local, el diputado alardeó de que a sus casi 39 años no tiene panza.
Sólo esperamos que cuando se trate de publicar un paquete legislativo no se vaya a confundir y termine ventilando su “pack”.
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El culebrón no podía quedar ahí. Por eso Pablo Lemus “no” le reviró a su homólogo Ismael del Toro ante las críticas que recibió de este último por ventilar información de la mesa de seguridad metropolitana.
Y como al zapopano no le gustan las “grillas baratas”, dijo que él lo único que hizo fue actuar con transparencia. De paso, siempre con la fría distancia del estadista, cuestionó por qué se quiso ocultar información de unos ejecutados en Providencia.
“Degrada mucho a la política y los políticos estarse peleando”, pontificó Lemus. Lo bueno que no se enganchó.