Ideas

Algunas tonterías del Paseo Alcalde y otras propuestas

No haber regulado todavía los giros y no permitir giros negros. Instaurar islas de calor, gracias a los señores del INAH, entre Juárez e Independencia, alegando (los señores del INAH) que los árboles atentaban contra la presencia de los monumentos (se sabe que hasta Notre Dame tiene árboles alrededor). A los proyectistas (señores Juan Ignacio Ulacia y Echauri & Morales) se les fue el error de propiciar la falta de sombra para todos quienes esperan el camión a espaldas de Aranzazú.

Las pilas (fuentes) no están prendidas casi nunca. Los señores del INAH no permitieron construir y restituir la mitad del trazo barroco del Jardín del Santuario.

El ayuntamiento pasado puso una cabezota con un árbol encima, rompiendo la principal ventaja del Paseo: su continuidad y consistencia 

El ayuntamiento pasado puso una cabezota con un árbol encima, rompiendo la principal ventaja del Paseo: su continuidad y consistencia. Lo mismo pasó con la señorita enfermera que pusieron en el cruce de Hospital. Se podría seguir.

El Paseo Alcalde fue un gran acierto del gobierno de Aristóteles Sandoval (QEPD) y del ayuntamiento de Enrique Alfaro.

El Paseo Alcalde deberá estar libre de cualquier giro negro y reforzar, con base en la red de iglesias incluyendo la protestante, una red mística y social y cultural.

Ahora está pendiente, para las actuales administraciones, realizar el Paseo Vallarta, desde la Calzada Independencia hasta la Minerva y más allá. ¿Cómo? Con visión y decisión y preocupación por el bien de las mayorías:

Continuar la Línea 2 del Metro (ya no Tren Ligero, hay que llamarle al pan pan y al bimbo bimbo). Eso sería desde el Parque Rojo al periférico poniente. Sería una línea utilísima y que terminaría de articular toda la zona metropolitana de Guadalajara.

Además hay que cumplir uno de los sueños del llorado arquitecto José Pliego Martínez: la Línea 4, con trolebuses articulados, desde La Primavera, Mariano Otero, Niños Héroes, Doctor R. Michel, carretera a Chapala y aeropuerto (y regreso, claro). Esta ruta sería el arco sur de la ciudad.

Volviendo al Paseo Alcalde: la gran noticia de que los tabachines ya florearon y la perspectiva (cuando no está burdamente rota) es un prodigio.

jpalomar@informador.com.mx

Síguenos en

Temas

Sigue navegando