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Al fin reunidos

Con las medidas indispensables, estamos celebrando las fiestas navideñas, después de un año muy complejo y con tantas restricciones.

El gozo de estar de nuevo juntos, entre familiares y amigos, es verdaderamente una delicia, es como un oasis después de andar en el desierto.

Se siente tan agradable poder abrazar de nuevo a la gente que tanto quieres, que es un estímulo vital para continuar con la vida. Hemos vivido tantas limitaciones y una estricta distancia social, que parece que hemos estado en una severa dieta de afecto y cariño.

Ahora sí, apreciamos más el valor de una reunión familiar o el compartir bellos momentos, con nuestras más queridas amistades.

Amigos distantes han vuelto a acercarse, hermanos que no se veían, se han reunido de nuevo; parientes que viven en el extranjero han vuelto a su tierra con tal de abrazar de nuevo a sus ancianos padres. La sequía afectiva, nos ha hecho apreciar, más a fondo, a los seres más valiosos que tenemos, en especial a los niños y a los más viejos.

Tenemos mucha más consciencia del enorme valor de la salud y de contar con los recursos necesarios para podernos sanar, en caso de enfermarnos.

Estos dos últimos años han sido de mucha enseñanza y para muchos, un parteaguas en sus vidas, un antes y un después.
Habrá quienes aún siguen empeñados en no tener tiempo para una reunión familiar o seguir con la terquedad de darle prioridad a los bienes materiales, mucho más que a la cercanía con los hijos y nietos.

Muchos jóvenes han tomado más consciencia de la importancia de estar con sus abuelos y de acompañar a sus padres a distintos eventos, en vez de sólo estar con los amigos o de quedarse encerrados, en sus cuartos, oyendo música o jugando videojuegos.

El aprecio por la vida, va viento en popa, está a la alza como dicen en la bolsa. No es que se alejen la depresión y la tristeza, pero si crece el empeño por seguir luchando para tener una mejor calidad de vida. Pues la amenaza contra la salud y la guadaña de la muerte, transitan sigilosamente por las calles de la incertidumbre y lo inesperado de su visita.

Disfrutemos mucho de éstas reuniones, son un verdadero lujo y un regalo de la vida.

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