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Ahora "El Mencho" estafa gringos

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos fichó desde hace ocho años a Nemesio Oseguera “El Mencho”. Desde entonces ha sancionado a su red criminal en poco más de 15 ocasiones por tres tipos de delitos principalmente: lavado de dinero, narcotráfico y tráfico de armas. Sin embargo, por primera vez ligó al cártel Nueva Generación al fraude financiero.

El Tesoro indicó que el cártel defrauda en Puerto Vallarta a estadounidenses, propietarios de tiempos compartidos. Les hacen ofertas no solicitadas de compra y les piden pagos de tarifas e impuestos por adelantado que nunca les regresan. Las ocho financieras e inmobiliarias vinculadas a la estafa son Servicios Administrativos Fordtwoo, Integración Badeva, JM Providers Office, Promotora Vallarta One y Recservi.

La diversificación de rentas criminales no es nueva. Los cárteles siempre buscan aumentar sus ingresos. Una vía es la comisión de otros delitos: extorsión, secuestro, fraude y el cobro de derecho de piso.

Naturalmente esta expansión ilícita del crimen organizado con “fuentes alternativas” impacta directamente a los ciudadanos: acelera la pérdida del Estado de derecho y ahonda la impunidad.

Los giros del cártel también han evolucionado. En 2015, cuando EU alertó por primera vez sobre “El Mencho” y su cártel, la red de lavado incluía mayormente bares, restaurantes, hoteles y comercios. Últimamente las listas apuntan a compañías que tercerizan servicios: inmobiliarias, constructoras, financieras y empresas de bienes y raíces.

Esta expansión sólo significa una cosa: fuerza y salud del aparato criminal de “El Mencho”. Uno incursiona en nuevos mercados cuando el negocio va bien.

“A medida que el cártel Nueva Generación ha consolidado territorio durante la última década, ha agregado otros delitos a su actividad principal de narcotráfico”, señaló Andrea M. Gacki, directora de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Tesoro.

Ya no se trata sólo de una “economía del lavado” insertada en una sociedad fachada como la tapatía o vallartense. En el blanqueo de capital ellos juegan el papel de prósperos empresarios. Los topamos en la plaza comercial, comemos en sus restaurantes, vemos crecer sus edificios. Mientras, la autoridad los tolera o patrocina, pero siempre hay una frontera invisible que nos divide. Ahora, en cualquier momento pasamos de ser la “fachada” que disimula el dinero ilícito a convertirnos en botín. En objetos de lucro para la extracción de una renta criminal extra.

Porque si estafan a gringos en Puerto Vallarta, ¿qué les impide expandirse bajo otros modus operandi e ilícitos en cualquier parte del Estado? El boletín del Tesoro indica de forma enunciativa, no limitativa, que estafan “a menudo” a estadounidenses.  

Los recientes escándalos por fraudes financieros millonarios a partir de esquemas piramidales en Guadalajara (miles de millones se “diluyeron” en el sistema financiero), ¿tienen algo qué ver con el crimen organizado? ¿En qué otros giros criminales incursiona el cártel local? ¿Hasta qué punto está involucrado el poder político?

Por eso el Departamento del Tesoro alertó a sus ciudadanos, ¿pero quién nos alerta a nosotros?

jonathan.lomelí@informador.com.mx

Jonathan Lomelí

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