¡Aguas!...esto no pinta bien
Cuando estamos en medio de reacciones tan agresivas por parte de la delincuencia, donde la violencia es ya una constante incontrolable, salir con la expresión de, “quiero decirle al pueblo de México que hay gobernabilidad, hay estabilidad”, como si se tratara de un ‘decreto presidencial’, la postura de López Obrador es preocupante. Y más aún cuando el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández -quien tiene a su cargo la paz social del país-, dice con mucha firmeza y convencimiento que “la estrategia de seguridad del gobierno federal está funcionando, está dando resultados”.
La verdad que esas respuestas de los ‘altos mandos’ del gobierno son decepcionantes, porque se está cayendo en un simplismo grave al ignorar cómo se derrumba la seguridad y cómo se desangra la sociedad ante una nula reacción de las autoridades.
Las respuestas del presidente y del secretario de gobernación ante la evidente violencia no son las correctas, y deben sentirse obligados a reaccionar a lo que se está pidiendo desde hace mucho tiempo, que se cambie el rumbo de la estrategia de seguridad, no que ignoren y se crucen de brazos ante una realidad que ahí está.
Los argumentos y protocolos oficiales de seguridad -digámoslo crudamente- son un discurso inservible, obsoleto, decrépito y muerto.
Y lo que es peor, la ciudadanía ya se está cansando y ya reacciona ante la violencia y las acciones del gobierno.
Ahí tenemos el ‘Llamado a Restaurar la República’ que el lunes publicara en redes sociales el influyente político Porfirio Muñoz Ledo - ex diputado de Morena y fundador del PRD- quien “invitó a denunciar y combatir por todos los medios legítimos el sórdido propósito de militarizar el país al término de este sexenio”. Habla de “grave violación constitucional” la desaparición de la Guardia Nacional para integrarse al Ejército y, de esa manera, “entregar a las fuerzas armadas el control del aparato del Estado”, estableciendo que todo esto en “una guerra interna pactada por el gobierno con el crimen”.
Muñoz Ledo, además de decir que “nuestros heroicos soldados y marinos no son ‘corcholatas’ al servicio de caciques tropicales”, invitó a ejercer “el derecho sagrado de la resistencia a la opresión. Toda flaqueza frente al despotismo en un suicidio anticipado”.
Otra reacción de la sociedad fue la petición que este mismo lunes activistas y organizaciones civiles solicitaron el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se reconozca la situación de conflicto interno violento armado que ya se vive en nuestro país y que se tomen las medidas necesarias. “Si no llamamos las cosas por su nombre, si no tenemos el diagnóstico correcto, nunca va a ser un éxito la estrategia -de seguridad-”, dijo Bryan LeBaron, quien es familiar de los mormones masacrados en noviembre de 2019 entre la sierra de Chihuahua y Sonora, cuando fue asaltada la camioneta en las que viajaban tres mujeres y 14 niños. La delincuencia “se ha apoderado de gran parte del territorio, es decir, ausencia del estado de derecho mexicano”, dijo.
El presidente dice que todo esto es “amarillismo y sensacionalismo de los conservadores”, pero no, la realidad es otra y muy diferente. Y ya surgen las advertencias de “suicidio anticipado”, de llamados a reaccionar, de denuncias ante organismos internacionales. La sociedad está despertando y empezando a ‘transitar’ en un camino que pudiera tener un final no muy agradable. ¡Aguas!, esto no pinta bien. ¿Usted, qué opina?
daniel.rodriguez@dbhub.net