¡Aguas... ! "Ya salió el peine"
El inquilino de Palacio Nacional continúa “envalentonado” con los vecinos y socios del norte, y a los calificativos de “imprudentes e injerencistas” por sus opiniones respecto a la reforma judicial, le agregó más mensajes en su verborrea matutina del jueves. Como quien dice, “le sigue la vasca al niño”, ya que volvió a insistir en que “la relación hacia adelante -¿que tan adelante?- con Estados Unidos va a ser muy buena”, pero con una condicionante, “que aprendamos a respetar nuestras soberanías”. Y advirtió que “es lo único… para fortalecer la región”.
La declaración de López Obrador fue en la Mañanera -que inició a las 7 am- casi al unísono a la postura que desde Beijing se divulgó a través de un despacho de la agencia española de noticias EFE -a las 8:13 am-, donde China expresó un firme apoyo a los países latinoamericanos -entiéndase México- “en defensa de su soberanía y en contra de la interferencia externa”, exigiendo a Estados Unidos a que “abandone la doctrina Monroe y sus políticas de hegemonía (postura política emitida por el ex presidente estadounidense James Monroe durante un mensaje al Congreso en diciembre de 1823, donde se opone al colonialismo europeo occidental y que sostiene que cualquier intervención en los asuntos políticos de las Américas es un acto potencialmente hostil contra Estados Unidos)”.
La declaración del portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Lin Jian, es un fuerte “espaldarazo” a AMLO, al calificar como “posición justa” la asumida por AMLO y oponerse “a la interferencia de Estados Unidos que debería de ignorar las preocupaciones razonables y las justas voces de los países latinoamericanos”, además de desarrollar “la base de un respeto mutuo, el trato igualitario y la no injerencia en los asuntos internos”. El mismo “guion” del inquilino de Palacio, pero en papel membretado del gobierno de China y enviado desde Beijing.
Los “nuevos” aliados de Palacio señalan en el muy claro mensaje con destinatario en Washington, que la política injerencista “es impopular y está destinada a ser eliminada por los tiempos”.
Y todo esto sucede al mismo tiempo que el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes en Washington emite una advertencia que las reformas judiciales “pueden echar por tierra años de progreso económico y construcción de alianzas al erosionar la democracia del país”, mientras que el Departamento de Estado ha respaldado la posición del embajador Ken Salazar.
Así que, ¡Aguas… ! Ahora que “ya salió el peine” desde Beijing, el problema de la “pausa” en las relaciones con las embajadas de nuestros vecinos, en lugar de componerse se puede complicar más aún, con el riesgo de que se enrede y “se nos haga bolas el engrudo”.
¿Usted, qué opina?