Agenda desde el palenque
Muchas especulaciones se han hecho de los motivos que llevaron al gobernador saliente Enrique Alfaro a elegir al palenque de las Fiestas de Octubre como sede para dar su sexto y último informe de gobierno y el redondel donde ponen a pelear a los gallos o es escenario para la farándula, como su plataforma para lanzar su último autobalance de gobierno, que como siempre pasa con las y los gobernantes, unos más que otros, son altamente positivos y carentes de todo sentido de autocrítica.
Pocos se quedaron, pues, convencidos de la explicación que dio el propio Alfaro, de que eligió ese ruedo porque según la definición de la Real Academia Española, un palenque es la “valla de madera o estacada que se hace para la defensa de un puesto (…) o un combate”, y así querer simbolizar “la defensa” que su gobierno hizo de Jalisco de los injustos tratos del gobierno federal.
Más que un verdadero ejercicio para informar del estado en que deja la administración pública de Jalisco, lo del martes fue un mensaje político-propagandístico de despedida temporal, en el que incluyó, además de su banquito, un video que recorrió su trayectoria política de dos décadas (que nada tiene que ver con un informe de gobierno), para rematar con el anuncio que podría encabezar otra campaña político electoral. Sin faltar el final religioso frente a la concurrencia.
Me detengo por eso, sólo en lo que podría traer alguna consecuencia en el futuro inmediato de la entidad, y eso tiene que ver con la agenda política, que al más puro estilo de Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum con la reforma judicial, le quiere heredar Alfaro a su sucesor Pablo Lemus, que como es de conocimiento público, nunca fue quien él haya querido que ocupara la Casa Jalisco ya que la desalojara.
En su mensaje, el gobernador saliente le pidió a Lemus seguir defendiendo el modelo de educación desarrollado en su administración, que él considera el mejor del País, ante los intentos que podrían venir del gobierno federal de querer cambiarlo.
En aquel auditorio a modo, Alfaro le encargó también al gobernador electo, presente la primera fila del redondel gallero, que no cediera en la entrega del sistema de salud de Jalisco, que para no variar, también autoevaluó como el mejor de México, al gobierno de Claudia Sheinbaum.
Ya engallado, Alfaro anunció que entregaría en 15 días, a dos semanas de que concluya su sexenio, una iniciativa de reforma para un nuevo pacto de coordinación fiscal con la Federación, para que iniciara desde Jalisco toda una cruzada para poner un “alto en seco” a las injusticias en materia presupuestal del gobierno federal.
Así que habrá que ver que tanto toma estas estafetas Lemus, que está por ver la próxima semana a Sheinbaum y con quien, ha insistido, quiere llevar una relación cordial y no de confrontación.
También habrá que ver qué piensa Lemus de que podría encontrar a Alfaro en la búsqueda de una candidatura presidencial que tal vez también proyecte ya para continuar su buena racha electoral.
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