“Adopción” de fin de semana
La adopción temporal o de fin de semana no existe. Tampoco cualquiera puede sacar un bebé de un albergue y llevárselo a su casa por unos cuantos días, como hicieron el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez.
La pareja se llevó durante un fin de semana a Emilio, un menor de 5 meses con discapacidad y que vive en un albergue del DIF estatal; convivieron con el bebé como si fuera su hijo, compartiendo en redes sociales videos y fotografías con el pequeñito.
Mientras cientos de sus seguidores aplaudían la acción, organismos especializados en asuntos de infancia como la organización internacional Save the Children y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advirtieron la gravedad de lo sucedido.
“Será muy importante conocer cuál es la valoración que se haga desde estas instancias (DIF Nuevo León y DIF Nacional) sobre la protección de este niño a vivir en familia, a no ser revictimizado ni usado un fin de semana para generar beneficios en términos de popularidad y en redes sociales monetizadas”, sentenció la Redim en un comunicado.
Para poder sacar a un menor de un albergue y llevárselo a casa, sea bebé o adolescente, se requiere cumplir con procesos y protocolos para garantizar su protección. En México existe la figura de acogimiento familiar (que la esposa del gobernador de Nuevo León ha promocionado durante las últimas semanas), que permite que familias abran las puertas de su hogar de manera temporal a infantes, mientras concluyen sus procesos jurídicos para poder ser adoptados.
Si bien esta alternativa facilita que niños y niñas crezcan en un hogar -que no vivan en albergues-, para poder ser una familia de acogida debe tenerse una certificación de idoneidad (tras una serie de estudios, valoraciones y capacitación). Se trata de todo un proceso que debió haber cumplido la pareja para poder llevarse a casa al pequeño.
Que la pareja comparta lo que hacen en su día a día no es nuevo, lo hacen todo el tiempo a través de decenas de publicaciones en redes sociales (su principal canal de comunicación, al que saben sacar provecho). Sí, pero esta vez involucraron de manera directa a un menor de edad, que no es su hijo ni su familiar.
¿Para qué compartir las fotos del pequeño? ¿Qué querían comunicar al anunciar y hacer público que se lo llevarían a su casa? Acaso, ¿la adopción y las familias de acogida son causas que impulsará la esposa del gobernador? La finalidad podría haber sido buena -suponiendo que buscaban visibilizar el tema y que se trabajara en impulsar políticas públicas en pro de los derechos de la infancia-, pero al ser figuras públicas también las formas siempre serán importantes.
Al margen de su edad, condición y situación, las niñas y niños no son objetos ni mucho menos propiedad de nadie. Los organismos que defienden los derechos de la infancia fueron tajantes: se trató de una sobreexposición innecesaria (para el bebé). Incluso, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Nuevo León exhortó al DIF de esa entidad a garantizar el derecho a la intimidad y protección de datos personales de los menores de edad. Son un sector vulnerable y es una obligación protegerlos.
“Hacemos un respetuoso y firme llamado a la Sra. Rodríguez, titular de AMAR Nuevo León y al Sr. Gobernador del estado de Nuevo León a actuar por la no cosificación de este niño, ni de ningún otro y otra”, sentenció la Redim.
Quizás nadie les “avisó” o advirtió las implicaciones que podría tener, para ellos y para el menor, llevárselo a casa. Más allá de lo que cada quien opine, tener buenas intenciones -las que sean- no es suficiente, menos cuando se trata de infantes y posibles implicaciones legales en el actuar como servidores públicos.