Adiós, Puente Grande
El cierre del reclusorio federal de Puente Grande, en Jalisco, tomó a muchos por sorpresa. De entrada, los más desconcertados fueron los familiares de los 376 internos.
Sólo basta revisar los antecedentes para saber que el desmantelamiento del complejo fue paulatino.
Más de 350 reos fueron reubicados en julio pasado junto con personal administrativo y operativo.
El Gobierno federal no dio más explicaciones. Y el acuerdo del Diario Oficial de la Federación precisa que la desincorporación del complejo es para cumplir con los estándares de calidad de reinserción social.
¿Será reutilizado el edificio? ¿Lo rehabilitarán y funcionará otra vez como penal? Son algunas preguntas que no ha respondido la Federación. Lo cierto es que tras 27 años, una fuga de “El Chapo”, el secreto a voces del autogobierno que allí operaba y los señalamientos de corrupción, se cierra una época.
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Hoy en sesión del Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción habrá jalón de orejas a cargo de Lucía Almaraz.
El Comité perfila una llamada de atención para Margarita Sierra, subsecretaria de Planeación y Evaluación del Gobierno del Estado porque no ha implementado el Consejo de Participación Ciudadana y Gobernanza. ¿Pues qué hace “La Maga” además de guardar silencio con el tema de desapariciones y cobrar 145 mil pesos al mes?
También nos adelantan que habrá otro jalón de orejas a los integrantes del Comité porque a un mes del cambio de Presidencia el plan de trabajo para este periodo está inconcluso. ¿Será que la grilla “ciudadana” ha distraído a tal grado a más de alguno de sus integrantes que hasta se olvidaron de arrastrar el lápiz?
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El regreso a clases presenciales en Jalisco sigue generando debate. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ya aclaró que esto sólo ocurrirá si la entidad está en semáforo verde y será una decisión de las autoridades locales.
Entre profesores y asociaciones del ámbito educativo corre la versión de que para mediados de octubre el regreso en Jalisco será inminente, aunque de manera gradual y con medidas sanitarias.
Habrá que esperar.