Ideas

Adiós Futuro y Hagamos

La ratificación de los triunfos de Pablo Lemus y Verónica Delgadillo extingue casi por completo cualquier posibilidad de que Futuro y Hagamos mantengan su registro.

Una apuesta de ambos partidos consistía en conseguir una segunda oportunidad de alcanzar los votos necesarios si los magistrados anulaban la elección tapatía o la estatal. Eso no ocurrió.

Les quedan los juicios de impugnación para lograr una recomposición de votos que los favorezca. Con argumentos similares, Futuro y Hagamos sostienen que hubo errores aritméticos en las actas finales y en el conteo de sufragios que los perjudicaron.

Para conservar el registro como partido político local debían obtener al menos el 3% de la votación para la gubernatura, diputaciones o munícipes.

En la elección para alcaldes, Hagamos alcanzó el 2.96% y Futuro el 2.85%. Al primero le faltaron apenas mil 362 votos y al segundo, 5 mil 156 sufragios.

Al perder la oportunidad de una nueva elección, ambos institutos políticos dependen de sus impugnaciones.

En ambos casos han sido rechazados por el tribunal local y la sala regional de Guadalajara. Sólo les queda un recurso ante la Sala Superior, la última instancia, pero todo apunta a que el tribunal “bateará” sus alegatos.

Al no haberse demostrado irregularidades graves en la elección, los magistrados han considerado intrascendente un recuento o recomposición de votos.

Desde hace dos meses, Futuro y Hagamos tienen asignados un interventor que supervisa y autoriza cualquier gasto de cara a la liquidación de ambos partidos. Su extinción es inminente.

El tribunal podría confirmar la pérdida de registro de ambos esta misma semana.

En el caso de los tres diputados locales de Hagamos y los dos de Futuro, éstos podrán adherirse a otra bancada o mantenerse bajo la misma denominación política a pesar de que ya no exista su partido.

Se acabó esa costosa aventura llamada Futuro y Hagamos.

Durante cinco años, Hagamos recibió 130.5 MDP de financiamiento público mientras que Futuro se llevó 123.5 MDP.

Entre ambos partidos nos costaron 254 MDP.

Adiós al sueño de Pedro Kumamoto, el ex independiente que, como heredero rico, malgastó su fortuna hasta el último peso de credibilidad. Adiós al rugido de un león que terminó en un cariñoso ronroneo de gatito.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando