Aceptar el lado oscuro de la pareja
Una de las grandes dificultades que tenemos muchas parejas, es la de no conocer la otra cara invisible de la persona que amamos.
Y muchos de los problemas surgen cuando al convivir, los empezamos a conocer. Si son positivos, nos pueden agradar más y seguir con ese entusiasmo creciente por admirar y querer a nuestra pareja; pero si el lado oscuro nos muestra sus defectos, entonces comienzan las experiencias ríspidas y desagradables.
De hecho el amor mismo está equipado, si me permiten esa expresión, para desarrollar la tolerancia y el respeto cuando vamos descubriendo lo que no nos gusta ver en el otro.
De que todos tenemos un lado invisible, y desde luego hasta para nosotros mismos, es una realidad. Lo que conocemos es solo la punta del iceberg y lo interesante de la vida es ir explorando y conociendo la otra parte sumergida, que aún no hemos descubierto. Es aquí que surge la importancia de la sentencia de “conócete a ti mismo” que tanto los filósofos como los psicólogos intentan apoyar.
Hay veces que toparse con exquisitas y elegantes virtudes del otro, nos incrementan el gusto y el afecto por tener al lado a tan espléndida compañía
Muchas veces lo que yo no veo de mí mismo, mi pareja sí lo nota y viceversa. Hay veces que toparse con exquisitas y elegantes virtudes del otro, nos incrementan el gusto y el afecto por tener al lado a tan espléndida compañía. Pero cuando resulta lo contrario, comienza el calvario y el rechazo a los defectos, lo que obliga a soportarlos o a francamente alejarnos.
Hay quien sueña en que en algún momento las cosas cambiarán, y se trabaja con esmero y empeño por combatir los defectos desagradables de la pareja, pero desafortunadamente los resultados suelen ser nulos y los años siguen pasando y las cosas siguen igual. Las personas empeoramos o mejoramos, pero no cambiamos.
Nuestro lado oscuro sigue ahí, y como algunos dicen: tarde que temprano nos sale el cobre, porque no somos “moneditas de oro”. Algún defecto hemos de tener.
Hay quien sueña en que en algún momento las cosas cambiarán, y se trabaja con esmero y empeño por combatir los defectos desagradables de la pareja
Brota así una bella conclusión. Convivir con alguien, y más cuando ya estás casado, es un camino ineludible que nos conduce al lado oscuro del otro, si hay amor lo vas a ir aceptando y l@ seguirás amando, a pesar de sus defectos. De lo contrario, el proceso irá creciendo y surgirá un distanciamiento progresivo hasta que en un futuro llegará a la ruptura.
De aquí la importancia que tiene, desde el noviazgo, el irse conociendo y amando también desde el mutuo lado oscuro, sin tratar de esconderlo ni ocultarlo.
Amar es aceptar plenamente a la persona tal cual es.