Ideas

Acapulco: reconstruirlo y reinventarlo

El mayor reto con Acapulco no es reconstruirlo, sino reinventarlo. El Acapulco que había antes de “Otis” era una de las ciudades más desiguales de México, con una fuerte presencia del crimen organizado y rezagado en términos de competitividad frente a otros destinos turísticos de playa, como Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta.

¿Sabían ustedes que Acapulco ocupaba el lugar 17 entre las ciudades mexicanas por su PIB turístico? Los mejores momentos del puerto guerrerense ocurrieron hace 60 años. Sigue teniendo un emplazamiento excepcional y las ventajas derivadas de la cercanía con la Ciudad de México. Esto dejó de ser suficiente hace muchos años. Acapulco produce 21,827 millones de pesos anuales por servicios turísticos. Los municipios que integran la zona de Cancún, cuatro veces más. La alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México es líder nacional, con un PIB turístico de 126,000 millones de pesos, seis veces más que Acapulco. (Los datos son de Inegi y Sectur y fueron sistematizados por Rodrigo Rosales, editor en El Economista.)

¿Queremos reinventar Acapulco... podemos hacerlo? Debemos hacerlo. Muy cerca del Acapulco turístico, estaba otro en el que hay 300 comunidades rurales, 60% de las cuales se encontraban en condiciones de pobreza extrema. Allí vivían alrededor de 130,000 personas. Sin suministro de agua potable, ni recolección de basura, en contacto con escurrimientos de aguas negras. Con calles de terracería que no tienen alumbrado público.

En Acapulco, 75% de la población se siente insegura; 39% de la población tiene ingresos que no le alcanzan para comprar una canasta alimentaria; 55% no tiene acceso a la seguridad social y 37% carece de servicios de salud.

Acapulco fue el primer destino turístico mexicano de proyección internacional. Símbolo del desarrollo mexicano en tiempos de Miguel Alemán Valdés y las décadas posteriores. Lugar preferido por algunos de los famosos de Hollywood como Johny Weismüller, que interpretó a Tarzán en la pantalla grande. La Casa de Tarzán, en el Hotel Flamingos, es una de las 224,000 que sufrió daños como consecuencia de “Otis”. ¿Cuántas de las viviendas dañadas o destruidas eran segunda o tercera propiedad de personas que no radican en Acapulco? Un factor que será clave en la recuperación de Acapulco es el interés y compromiso de estos no residentes con sus propiedades y con la ciudad.

¿Qué falló con “Otis”? La respuesta a esta cuestión es clave. Los que afirman que no se podía haber hecho nada porque se trató de un huracán categoría 5, nos invitan a quedarnos quietos o encomendarnos al todopoderoso de cara al próximo desastre natural. La reinvención de Acapulco implica hacer todo lo humanamente posible para evitar que volvamos a eso que teníamos el 24 de octubre: una ciudad que no estaba preparada.

Detesto la palabra resiliencia y todo lo que implica, dice Nicholas Nassin Taleb, autor de El Cisne Negro. No se trata de volver a ser lo que éramos antes de un hecho catastrófico, sino aprender del golpazo y ser otros muy diferentes, para que no nos pase lo mismo otra vez. Taleb opone a resiliencia un concepto que él inventa y llama antifragilidad. Se refiere a sistemas que evolucionan y mejoran como respuesta a una crisis.

Acapulco no tenía un sistema de alertas por huracanes a la altura de su vulnerabilidad. Lo mismo podemos decir de todo lo relacionado con Protección Civil. Las normas de construcción están más enfocadas a prevenir los riesgos sísmicos que los relacionados con vientos huracanados. Lo que decimos de Acapulco, muy probablemente aplica para todas las ciudades que hemos construido frente al mar. Algunas de las soluciones son locales, pero muchas son nacionales. Se requiere visión y liderazgo. ¿Quién se encargará de que lo ocurrido con “Otis” no se repita en otras ciudades del país?

El reto ahora es atender a cientos de miles de personas que perdieron su hogar, que necesitan agua, comida, electricidad, agua potable, servicios médicos y seguridad. En los próximos meses vendrán las tareas de reconstrucción. Los 20 puntos anunciados el miércoles por el Presidente hablan de apoyos directos a los damnificados, pero no se mencionó nada de participación de expertos o de sociedad civil. Levante la mano el que quiera que Acapulco se parezca al que era el 23 de octubre de 2023.

Pregunta: ¿por qué los diputados no asignaron más recursos al Sistema Meteorológico Nacional? México es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Los fenómenos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx 

Síguenos en

Temas

Sigue navegando