Abortar sin permiso de los padres
En México cualquier niña mayor de 12 años embarazada, víctima de violación, puede solicitar que se le practique un aborto, sin que requiera la autorización de sus padres o tutores. Así lo ratificó esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“En caso de violación ninguna niña o adolescente debe ser obligada a ser madre ni por el Estado, ni por sus padres, madres o tutores. Cualquier obstáculo para obtener la interrupción del embarazo en estos supuestos supone una revictimización y una crueldad inimaginable”, sentenció el ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, a través de sus redes sociales tras la resolución.
El máximo tribunal del país refrendó la validez de la Norma Oficial Mexicana 46, que fue publicada en el 2009 tras el caso de una joven de 14 años, a quien autoridades de Baja California le negaron el acceso a un aborto, cuando el embarazo era derivado de una violación.
Dicha NOM 46 establece que las mexicanas embarazadas por violación tienen derecho a interrumpir el embarazo sin presentar una denuncia, sólo una solicitud por escrito bajo protesta de decir verdad.
“El personal de salud que participe en el procedimiento de interrupción voluntaria del embarazo no estará obligado a verificar el dicho de la solicitante, entendiéndose su actuación basada en el principio de buena fe”, añade la NOM 46.
México encabeza la lista de abuso infantil y de embarazo adolescente dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Y en la mayoría de los casos, los agresores son los propios familiares, incluidos padres, hermanos, primos, abuelos… gente cercana a las menores, que tiene posibilidades de quedarse a solas con ellas.
“De esas violaciones, el 90 por ciento se produce en el interior de los hogares y el entorno familiar; entonces, supeditar la decisión de las niñas y de las personas gestantes al consentimiento de los padres podría implicar, en demasiados casos, la anuencia de sus propios agresores”, señaló el ministro presidente durante la sesión realizada el pasado 24 de mayo.
En los casos de niñas menores de 12 años de edad se requerirá que el padre y/o madre o tutor solicite el aborto; es decir, en aquellos casos de pequeñitas violadas y embarazadas.
Aunque la niña, adolescente o mujer embarazada víctima de violación puede solicitar se le practique el aborto en cualquier clínica, hospital o institución de salud pública del país, la NOM 46 señala que los médicos pueden negarse a realizarlo: “Se deberá respetar la objeción de conciencia del personal médico y de enfermería encargados del procedimiento”.
El aborto será siempre un tema polémico. Entre quienes apoyan y exigen que se respete este derecho, y quienes lo condenan. Pero decisiones como estas dejan al descubierto las aberraciones que ocurren dentro de familias, las pesadillas que enfrentan miles de niñas y niños que sufren abuso sexual infantil y lo lejos que estamos como sociedad de garantizarles un entorno seguro.
En el Hospital Civil Juan I. Menchaca, el doctor Javier Álvaro Barriga Marín (QEPD) y quien fuera jefe del Servicio de Urgencias Pediatría, me mostró alguna vez la crudeza de las historias que atendieron en las salas de urgencias, cuando las menores lograron llegar a recibir atención médica. Muchas de ellas, bebés y pequeñitas que no pudieron sobrevivir a las agresiones y mucho menos defenderse.
El trabajo no debe quedar en la atención sino comenzar siempre en la prevención, con atención a los padres y el apoyo psicológico y psiquiátrico para que niñas y mujeres dejen de ser violadas, para que no tengan que enfrentarse al dilema de un aborto… para que puedan crecer de forma segura. Las violaciones son otras de las dolorosas agresiones contra las mujeres. Denunciémoslas.
Vania de Dios
Instagram: vania.dedios