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AMLO, Quirino, Toledo y El Komander

Otra vez Sinaloa marca una jornada del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y por añadidura a su gobierno de la autollamada cuarta transformación. Basta recordar que ahí tuvo el “culiacanazo” en octubre pasado que las milicias del cártel de Sinaloa doblaron al Estado mexicano cuando tras un operativo militar fallido el inquilino de Palacio Nacional decidió liberar a Ovidio Guzmán, hijo del capo encarcelado de por vida en Estados Unidos, Joaquín “El Chapo” Guzmán. Fue también en Badiraguato, la cuna de los grandes narcos sinaloenses, donde AMLO se bajó del convoy presidencial para saludar cariñosamente y de mano a la mamá de Guzmán Loera.   

Bien podríamos clasificar lo ocurrido como lo bueno, lo malo y lo feo que vivió el miércoles pasado el político tabasqueño, cuando volvió a territorio sinaloense. 

Sin duda lo positivo fueron las obras y los apoyos que anunció para Sinaloa. Pero no se puede dejar pasar por desapercibida la cercanía y empatía que mostró con el gobernador priista de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel. Ante los reclamos de otros gobernadores que piden la salida del subsecretario de Salud, Hugo López Gattel por sus diferencias en el manejo de la pandemia de coronavirus y sus exigencias de revisar el pacto fiscal, López Obrador exaltó la figura de gobernador de Sinaloa para mandar un claro mensaje a sus homólogos de la resistencia, entre los que figura el de Jalisco, Enrique Alfaro. En uno de los actos en Culiacán, el Presidente dijo que Quirino era un gobernador que no andaba con “politiquerías” y que se dedicaba a trabajar por el bien de los sinaloenses. Que era un hombre que sabía de administración pública y de finanzas y que por eso entendía muy bien el pacto fiscal y la forma en la que el Gobierno federal debe distribuir lo recaudado por los impuestos entre las entidades. Cerró diciendo que el Gobierno federal además ha sido siempre puntual en la entrega de las participaciones federales, por lo que los gobernadores no debían tener queja alguna.

Aunque no sucedió en Sinaloa, la mala le llegó allá al Presidente. Se trató del duro discurso que dio en un seminario internacional el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo, en el que arremetió contra la 4T al decir que es un gobierno sin proyecto unificado, lleno de contradicciones y de pugnas internas de poder. Dijo que su visión ecologista choca con miembros del gabinete como el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos; la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el jefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, e incluso con el Presidente, del que dijo “tampoco está en su cabeza” un modelo avanzado de protección ambiental. AMLO dejó pasar las críticas y ayer rechazó pedirle la renuncia, pero más temprano que tarde Toledo terminará dejando el barco de la 4T.

Lo feo fue sin duda el saludo y la foto con el autor y cantante de narcocorridos donde se hace toda una apología a los capos, conocido como El Komander, que revivió de nuevo “el culiacanazo” y la indefinida política del gobierno amlista para combatir a las mafias.

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