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AMLO, ¿Narco?

Si usted o yo acusáramos al Presidente López Obrador de ser un narco disfrazado de político, o de estar vinculado con el crimen organizado, seguramente nadie nos haría caso.

Pero si la acusación viene de tres importantes personajes de la vida pública que por sobradas razones tendrían argumentos para hacer la acusación la cosa cambia.

Se pone grave.

Y es lo que ha ocurrido con los señalamientos hechos por Porfirio Muñoz Ledo, Francisco Labastida y Lily Téllez.

Muñoz Ledo para nuestro gusto es un gran animal político y uno de los actores más importantes de la transición política en México. Lleva décadas como una voz irreverente pero muy respetada. Si él señala a López Obrador sabe lo que está haciendo.

Francisco Labastida fue gobernador nada menos que de Sinaloa, el estado por excelencia territorio de narcos. Quién mejor que él para tener información y conocer cómo están los tejes y manejos de los grupos delincuenciales en su estado.

Y Lilly Téllez, ahora senadora, fue peligrosamente en su tiempo la periodista mejor informada sobre los grupos del narco en el noroeste del país, algo que personalmente me consta ya que durante varios años compartimos la conducción de un noticiario de televisión.

Son, pues, tres voces autorizadas.

La acusación se convierte entonces en un auténtico torpedo a la línea de flotación de López Obrador.

Pero ¿Sabe qué va a pasar con la acusación?

Nada.

Y la razón es que no hay voces moralmente relevantes en la oposición que levanten las acusaciones y las lleven a un escandaloso tema internacional: el Presidente de un país y su partido político han sido acusados de ser el brazo político, complaciente y colaboracionista del crimen organizado.

La oposición está muy flaca.

Y lo que se cocina políticamente en este momento en el país no es quién puede crecer en la oposición para hacer frente a Morena, sino quien dentro del partido oficialista será el sucesor de López Obrador.

Y de ser así, López Obrador jamás será investigado mucho menos juzgado por, de ser cierto, tener nexos con el narco, lo que abriría un gran terreno todavía mayor a todas esas actividades ilícitas que en que cada día se mueven más a sus anchas en nuestro México.

Pablo Latapí

platapi@hotmail.com

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