AMLO, Alfaro, Padilla… otra vez
Hace poco más de una década, en enero de 2012 y de cara al proceso electoral de julio de ese año, cuando en Jalisco se votó por gobernador, alcaldes, diputados locales y federales, y como en todo el país por Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) optó por jugársela con los alfaristas y dejó de lado al poderoso Grupo UdeG y a su líder el ex rector Raúl Padilla López.
Más de 10 años después, pero ya desde Palacio Nacional, como jefe del Gobierno de la 4T, y como buen ex priista, también como primer morenista del país, AMLO vuelve a empezar a calcular y a mandar dobles señales de con quién pondrá a jugar a su inestable e inmaduro partido en Jalisco, si con el alfarismo o con el padillismo.
Esa es la lectura final y la gran incógnita que quedó abierta luego de la visita, el fin de semana pasado a nuestra Entidad, de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien luego de un evento en Tlajomulco con presidentes y presidentas municipales morenistas, encabezó, junto con el rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí, un multitudinario acto en el Centro Universitario de Tonalá.
En la jerga presidencial, Sheinbaum no sólo es una de las “corcholatas” que aspiran a la candidatura presidencial del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sino que está catalogada por muchos como la preferida del Presidente y la que mayores posibilidades tiene de resultar elegida.
Cuentan los allegados a la gobernante capitalina que no da paso ni toma decisión alguna sin rebotarla en Palacio Nacional, por lo que sería poco probable que se hubiera ido por la libre para acudir a un acto en la UdeG sin el visto bueno presidencial.
Si este encuentro en Tonalá lanzó señales de una eventual alianza política del Grupo UdeG con la precandidatura de Sheinbaum, y por ende con Morena de cara a las elecciones del 2024, echando mano de su brazo político-electoral como lo es el partido estatal Hagamos, esa posibilidad creció por la reunión que tuvieron también el fin de semana el recién nombrado presidente del consejo estatal de Morena y regidor tapatío, Carlos Lomelí, con Padilla López, quien para sorpresa de muchos, esta vez no tuvo empacho en asistir en calidad de visitante a los terrenos del doctor ex candidato a la gubernatura del Estado, y con quien tuvo fuertes diferencias en la disputa por la UdeG a fines de la década de los ochenta.
Seguimos el próximo lunes con más de esta historia y todas las repercusiones locales que el factor Sheinbaum provocó en el tablero político de Jalisco.
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