21 meses, 6 informes
Si contamos el informe de sus primeros 100 días de gobierno, los del 1 de julio de 2019 y 2020, con los que conmemora los aniversarios de su triunfo electoral, el que dio luego de entregar su primer informe de gobierno hace un año, y el del pasado primero de diciembre que cumplió un año en la presidencia, el de hoy es el sexto informe en apenas 21 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Eso confirma el gusto y la afición del Presidente por estar presente permanentemente en la conversación nacional. Sus cortes de caja casi trimestrales se articulan con las ruedas de prensa mañaneras de lunes a viernes y sus mensajes de fin de semana para conformar la estrategia de comunicación como el principal pilar que sostiene al gobierno de la autollamada cuarta transformación y que gira en torno de AMLO como un vocero plenipotenciario que deja muy poco reflector a los integrantes de su gabinete.
Por ello, a reserva de revisar los resultados que entregue por escrito al Poder Legislativo y lo que la oposición critique en la glosa, del mensaje de hoy a las nueve de la mañana lo único que se puede esperar es más retórica y propaganda sin el menor asomo de autocrítica, como han sido sus cinco piezas discursivas anteriores.
Aunque el Presidente alegó ayer desde su púlpito mañanero que en sus encuestas tiene un 70 por ciento de aprobación y es el segundo presidente mejor evaluado del mundo, lo cierto es que el promedio de encuestas publicadas hablan de una baja en su popularidad antes de cumplir su segundo año de gobierno similar o superior que sus tres antecesores, los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, y el priista Enrique Peña Nieto.
El errático manejo de la pandemia de coronavirus le significó un alto costo político, junto con el agravamiento de los indicadores económicos y de violencia en el país, que se empezó a reflejar en la pérdida de simpatías de algunos sectores de la población. Esa tendencia a la baja la empezó a revertir hace mes y medio con la extradición pactada del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, y los señalamientos que hizo contra los ex presidentes Carlos Salinas, Calderón y Peña y otros altos funcionarios de estar involucrados en corruptelas por el caso Obedrecht, así como la exhibición de videos donde se ve a panistas recibiendo pacas de billetes para la supuesta compra de votos para aprobar las reformas estructurales.
Si bien ha capitalizado políticamente este caso y mantiene una amplia base social del 57 por ciento que respalda su gobierno, su bandera de combate a la corrupción e impunidad, tema con el que abrirá hoy su mensaje, llega con importantes rasgaduras, como el culiacanazo cuando soltaron a Ovidio, hijo del “Chapo” Guzmán, y el más reciente videoescándalo donde aparece su hermano Pío recibiendo dinero de David León, ex director de Protección Civil y operador del ex gobernador de Chiapas y ahora senador, Manuel Velasco.
Veremos.
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