21 años de Reinas Chulas
El Teatro Bar El Vicio en CDMX es para mí un espacio de resistencia contra la desigualdad y la estupidez. Menciono esto porque lo traigo aquí, muy conmigo, muy en el alma, y porque acabamos de celebrar su 17 cumpleaños y 21 primaveras de Reinas Chulas, y digo “acabamos” porque desde que me acuerdo he sido parroquiana asidua y fan de todas. De hecho conocí el espacio cuando era El Hábito y las dueñas eran Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe.
Las Reinas Chulas son una preciosidad, han hecho una enorme labor en la Ciudad de México y en otras partes del país en cuanto a libertad de pensamiento, igualdad, crítica inteligente y humor libertario. Ellas, cuatro fabulosas activistas: Marisol Gassé, Nora Huerta, Cecilia Sotres y Ana Francis Mor han llevado el cabaret (esa maravillosa sátira política) por todo el mundo. Han realizado más de 65 espectáculos -de hecho creo que están casi sobre el show número 70-, han sido reconocidas por instancias como la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y La Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, por su labor cultural, social y artística. A la celebración del espacio acudió la exjefa de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador quien inteligente y suspicaz señaló -y me encantó que lo hiciera- que debemos ser agentes de cambio en lo público o en lo individual, cada quien desde su trinchera.
Una de las cosas que siempre amé de este grupo de teatro, sobre todo de Ana Francis Mor a quien por varias razones festivaleras y escénicas he tenido cerca, es su arrojo, su búsqueda constante de identidad, de conocimiento para aspirar a la igualdad que es la forma más tangible de la libertad. En palabras de esta Reina Chula: “La igualdad es la aspiración para regresar al paraíso, sino hay igualdad no hay nada”.
Yo igual celebro 21 años de Reinas Chulas por muchísimas razones; una de ellas es… ¿Cuántas mujeres en su sano juicio pueden permanecer juntas 21 años, con sus diferencias, bemoles y luchas, sin sucumbir? Ellas. ¿Cuántas mujeres han vivido la censura del sistema por decir lo que piensan y por sus preferencias sexuales? Muchas, pero ellas además lo usan, lo nombran, lo hacen teatro y comedia y provocan que esas heridas -las de todos- se vuelvan estandarte y tema de agenda pública.
La chamba de abrir camino a la libertad de expresión en México, a la igualdad, al amor libre, a la risa sana no ha sido poca cosa. Finalmente viven un momento interesante, ahora que AMLO ha llegado a la presidencia les toca construir un nuevo análisis para seguir construyendo de manera crítica. Las Reinas Chulas son, en su pequeña o gran trinchera, un contrapeso útil para cualquiera que ostente el poder. ¡Felicidades!