* “¡Ya merito…!”
Apostar, cuando de futbol se trata, es un albur (por definición, “contingencia o azar”). Siempre lo ha sido. Pero cuando se trata de una Final en que participa el Cruz Azul, se supone que las cosas cambian…
A diferencia de lo que sucede cuando se lanza una moneda, que hayan caído varios “sellos” consecutivos no acrecienta las probabilidades de que la próxima vez salga “águila”. La lista de sorpresas o supuestas “maldiciones” en el deporte (la del Atlas, por ejemplo, porque supuestamente “no era penal” el que convirtió Edwin Cubero para darle el primer -y único, hasta ahora- título de su historia, en el cada vez más lejano 1951), además de rica en anécdotas e interpretaciones pintorescas, es inagotable.
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Aunque la historia del Cruz Azul, en los últimos 23 años, parece condenarlo a que este domingo se revierta lo sucedido la noche del jueves en Torreón y se produzca la enésima “cruzazuleada” de las dos últimas décadas, la lógica indica que muy probablemente está a punto de cerrarse ese ciclo calamitoso…
Por principio de cuentas, el Cruz Azul fue el mejor equipo de la temporada regular. Tuvo, como otros de los “grandes” -Monterrey, León y “Tigres”, por ejemplo-, un arranque incierto. Cuando se recuperó y comenzó a transitar por el buen camino, ligó 12 victorias consecutivas y una seguidilla de 19 partidos al hilo sin derrota.
Ya en la “Liguilla”, sin dejar de consignar que en esa instancia se cumplen asertos como el de que “cualquiera le gana a cualquiera” y otros similares, los “Cementeros” se levantaron de la derrota ante el Toluca (2-1), en Cuartos de Final, para seguir con vida. Y ya en la Final, en el partido de Ida, según el consenso de los analistas, el Cruz Azul fue mejor… y el “Cabecita” Rodríguez tuvo las mejores oportunidades de acrecentar el marcador a favor de los “Cementeros”: los dos “mano a mano” en que Doria lo desarmó, y el vistoso lance en que Acevedo sacó a corner su remate de chilena.
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Conclusión: porque fue el mejor de los 18 tanto en la temporada regular como en el primer episodio de la Final -con la Final de la Champions League como preámbulo-, y porque será local en la batalla decisiva, el Cruz Azul parece ser el favorito de la lógica… (aunque la lógica, en esta materia, ha sido burlada muchas veces por la realidad).
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