* “Suspirantes”
Porque es hombre de futbol -en 13 temporadas de jugador con el Guadalajara, más las previas con Celaya, Salamanca y León y la adicional con Atlante, seguramente acumuló experiencias como para aspirar al doctorado en la materia-, Alberto Coyote aprendió el significado y las implicaciones, los alcances y los límites del cargo de técnico interino que desempeña actualmente con el Guadalajara.
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De hecho, no es la primera vez que se le asigna esa encomienda. La vez anterior -hace siete años-, cuando se hizo cargo del equipo tras el cese de Ignacio Ambriz (actual timonel del León, sorpresivo líder de la clasificación general en el Torneo de Clausura), compartió con el plantel rojiblanco la amargura de cerrar el ciclo con sendas derrotas ante Atlas y Pachuca.
Esta vez, en un trance similar, acaricia -a la par con dirigentes, jugadores y simpatizantes del equipo- la ilusión de enderezar, en las cinco fechas restantes de la fase clasificatoria, lo que en las manos de José Saturnino Cardozo pareció torcerse irremisiblemente. Un portento -vale subrayarlo- que depende, en buena medida, de lo que el propio Guadalajara sea capaz de hacer ante Lobos-BUAP, Morelia, Puebla, León y “Tigres”, pero principalmente de lo que Necaxa, Pachuca, Cruz Azul, Puebla, Tijuana… y hasta Santos-Laguna y Toluca dejen de hacer.
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Si los astros llegaran a acomodarse de tal manera que clasificara a la “Liguilla”, lo haría a la manera del casi inevitable “colado” de las fiestas. Ya ahí, por más que se diga que “todo puede suceder” en esa etapa, sería menester una metamorfosis espectacular para que el Guadalajara llegara tan lejos como quisieran muchos. La lógica del futbol, por lo exhibido hasta ahora, lo condenaría a causar baja del verdadero campeonato a las primeras de cambio.
Por lo demás, aunque guarden reserva al respecto, es de suponerse que los dirigentes ya han iniciado gestiones para cubrir la plaza que el intempestivo (aunque no sorpresivo) cese de Cardozo, el domingo, dejó vacante.
La apuesta podría inclinarse lo mismo por un técnico inédito en el futbol mexicano -en vista del éxito obtenido con Matías Almeyda- que por algún ex jugador del Guadalajara, acaso con mejores diplomas o más nombre que Coyote (Ramón Morales o Joel Sánchez, por ejemplo), de los que aparecen, por ahora, en una lista de espera, extensa ya, en que hay más simples “suspirantes” que verdaderos aspirantes.