* Quilombo
Maradona, fiel a su espejo diario, aprovechó la primera visita de su vida al Estadio Jalisco -donde aún alienta el fantasma de Pelé, sin necesidad de que las campanas de alguna iglesia cercana den las 12 de la noche- para armar uno de sus característicos quilombos. (Quilombo, en Argentina, es un vocablo que tiene múltiples aplicaciones. La más común equivale a lío o desorden)…
No por su propia iniciativa, sino a pregunta de los reporteros que no iban a desperdiciar la ocasión de entrevistarlo, Diego habló de los jugadores argentinos -sus paisanos- que suenan como candidatos a ser llamados por Gerardo Martino a la Selección mexicana. Serían, concretamente, los casos, entre otros, de Rogelio Funes Mori (Monterrey), Julio Furch (Santos Laguna) y Leonardo Ramos (Lobos BUAP)… más los que pudieran acumularse en el resto de la semana.
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A su estilo, Maradona respondió así a la pregunta sobre el tema: “Si a los muchachos se les ofrece la oportunidad de jugar y ganarse un Mundial, y eso les parece lindo, defender un pedazo de tela en lugar de jugársela por el corazón, me parece una distancia grande”.
Algún entendido en el lenguaje cantinflesco entendió que la frase implica reprobar la disposición que los jugadores aludidos han mostrado a vestir la camiseta de la Selección… si se les invita.
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Dicha posibilidad parece remota. Primero, no todos los aludidos cumplen con los requisitos reglamentarios. Segundo, cuando Iván Marcone, al pasar del Cruz Azul al Boca Juniors, declaró que Martino le insinuó que lo llamaría al “Tri”, el mismo Martino se disculpó por el quilombo -otro quilombo- que el asunto ocasionó; aclaró, primero, que quiso ser una broma; y segundo, que acataría el criterio de los dirigentes de la Selección Nacional.
Éstos, como se sabe, cuidan el aspecto político -llamémoslo así- del asunto. Saben que la historia consigna los casos de varios jugadores extranjeros que han vestido la camiseta del “Tri”, entre los que predominan los argentinos (Carlos Lara, Gabriel Caballero, Guillermo Franco, Matías Vuoso, Lucas Ayala, Damián Álvarez y Christian Giménez). Saben que es lícito el recurso. Saben que es respetable el interés de jugadores que han hecho carrera en México, por jugar en el “Tri”… Pero saben, también, que la mayoría de los aficionados mexicanos prefieren que las competencias reflejen la realidad de su futbol, a buscar mejores resultados mediante recursos mentirosos… por reglamentarios que puedan ser.