Ideas

* Primer paso

Pocos analistas y pocos aficionados se tomarán la molestia de repasar la lista de seleccionados nacionales confeccionada por Gerardo Martino para los inminentes partidos de la Nations League contra Panamá y Bermudas, difundida ayer…

Para empezar, la incipiente Liga aún no es nada; no tiene historia. Después, el sistema de competencia permite dar por hecho que México superará la ronda inicial con la mano en la cintura, y apenas en la fase decisiva deberá empezar a preocuparse. Finalmente, para enfrentar a Panamá y Bermudas, sin la menor intención de menospreciarlos pero sin dejar de considerar, tampoco, que “según el sapo es la pedrada”, lo mismo da si se convoca al mejor material humano disponible -incluidos, por supuesto, los “europeos”- que si se confecciona una ensalada en que se hagan todas las concesiones posibles a los clubes o se den todos los permisos que soliciten los jugadores.

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Tanto a los críticos como a los aficionados les queda muy claro que México está obligado, en el peor de los casos, a ser finalista en ese certamen. Por más que otros participantes -Estados Unidos, principalmente- hayan crecido, aún aplica el proverbio de que “Más tiene el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece”.

Por lo demás, a nada conduce deplorar que al futbol mexicano se le dificulta enfrentar con la frecuencia deseable a adversarios de más jerarquía -europeos y sudamericanos de primer nivel, sobre todo-, y, en cambio, tenga que acatar el mandato de la FIFA de enfrentarse de manera sistemática a los vecinos del área geográfica. ¿Qué se le va a hacer, si aquí nos tocó vivir…?

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Cancelada -en el corto y mediano plazo, al menos- la participación de los equipos mexicanos en la Copa Libertadores, porque así lo decidieron quienes tienen la sartén por el mango, parece razonable la propuesta (“Milenio”, XI-7-19) de Alejandro Irarragorri, dirigente del grupo que maneja actualmente la franquicia (entre otros clubes) del Atlas, de hacer los ajustes al calendario -suprimiendo el Torneo de Copa, por ejemplo- para buscar una alianza con la Major League Soccer de los Estados Unidos y organizar un torneo, a nivel de clubes, en que participen los mejores equipos de los dos países.

Sería un primer paso. El siguiente -enfrentar a los mejores de Norteamérica con los mejores de Sudamérica, en una virtual extensión de la Copa Libertadores- sería la consecuencia lógica.

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