* Pretexto
No hay pretexto que valga…
Si la cancha del Monterrey estaba en malas condiciones, los inconvenientes que de ahí se desprenden afectan a los dos equipos; no sólo a los “Tigres”. Si el árbitro marcó un penalti a favor del América y luego se desdijo, fue porque el VAR le permitió rectificar; no porque hubiera consigna para beneficiar al León…
Si así hubiera sido, y ya encarrerados en la onda del sospechosismo, muy bien podría plantearse la perversa hipótesis de que Nico Castillo participó en un complot en contra de las “Águilas”, a la vista de la clara oportunidad que tuvo de abrir el marcador y desperdició de manera escandalosa... Ese, por cierto, sería el calificativo a la medida, puesto que se le contrató a partir de la premisa de que sería un cheque al portador que daría goles, victorias y títulos por racimos a su equipo.
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El hecho evidente, aunque no irreversible, es que Monterrey y León llegarán, con absoluta justicia, con ventaja a los partidos de Vuelta de la fase de Semifinales del Torneo de Clausura. Los “Panzas Verdes”, sobre todo, porque el gol del partido del jueves tiene el plus de haberse logrado en calidad de visitante… aun con la salvedad de que, en sentido estricto, el América no fue local.
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Aunque Miguel Herrera tiende a ejercer una fastidiosa marca personal sobre el cuarto árbitro para presionar al cuerpo arbitral en pleno, y a refugiarse en los pretextos cuando la suerte le es adversa, esta vez hizo una lectura objetiva de lo sucedido la otra noche en la cancha del Estadio “Corregidora”…
El penalti que finalmente no se concedió a su equipo, es inobjetable. El silbante -Jorge Pérez Durán- y el VAR hicieron su trabajo a la perfección. Si de manera errónea se señaló el tiro de castigo, el recurso tecnológico permitió enmendar y evitar que el error tuviera consecuencias que pudieron haber influido en el resultado del encuentro.
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Por el dominio que ejerció en los primeros minutos del segundo tiempo, el América estuvo muy cerca del gol varias veces. La ya señalada falla de Castillo, sendas intervenciones providenciales de Mosquera y Cota, y un gol de Aguilera correctamente anulado por off-side, explican el cero en el marco leonés.
Herrera lo resumió así:
- Nos faltó contundencia.
(Moraleja de la historia: “A confesión de parte -dicen los juristas-, relevo de prueba”).