* Maradona
A los muchos milagros que sus devotos le atribuyen, habrá que colgar uno más a Maradona: haber puesto a Culiacán en el mapamundi del futbol… y convertido a los “Dorados” en el equipo mexicano del que más se habla hoy en día en el planeta del esférico.
*
El portento está a la vista... Diego llegó a México hace dos meses. Venía de vivir la experiencia de ser contratado como técnico del Al Fujairah, de la Segunda División de Arabia Saudita, en mayo de 2017; de ser despedido un año después, por no lograr el ascenso, y de haber sido designado, en julio pasado, presidente del Dinamo Brest, de la Liga Premier de Bielorrusia. (Si ejerce ese cargo, habrá que atribuir a Diego un don sobrenatural que se atribuye a algunos santos: la ubicuidad, entendida como la facultad de estar en varios sitios al mismo tiempo).
A la extrañeza porque un personajes tan connotado del futbol mundial, por su historia pletórica de contrastes -las cimas de sus triunfos como futbolista, las simas de sus derrotas como persona-, aterrizara en un modesto equipo mexicano que de manera fugaz militó en el máximo circuito y ahora es inquilino de la Liga de Ascenso, siguió la sorpresa por la aparente metamorfosis que el equipo experimentó merced a su presencia en la banca.
Sotanero de la Liga cuando Maradona asumió el cargo, Dorados tiene, desde entonces, una racha de ocho victorias, dos empates y una derrota. Su triunfo más reciente, el del miércoles sobre Ciudad Juárez, por 2-0, en el partido de ida de semifinales de la Liga, lo tiene a un paso de la Final... y de la perspectiva de disputar el ascenso al final de la temporada, a mediados del año próximo.
*
Ni de su ejercicio actual ni de los anteriores en su faceta como entrenador -incluido su desempeño como técnico de la Selección Argentina-, hay indicios de que Maradona sobresalga por sus conceptos futbolísticos ni por sus aptitudes para transmitir a sus pupilos la magia que lo convirtió en el mejor futbolista de su época y en uno de los mejores de todos los tiempos.
En lo que hay elementos para emitir el juicio definitivo, por supuesto que es digno de celebrarse que con Diego, el hombre, esté en vías de cumplirse -como decía Donoso Cortés- que “el caído siempre tiene opción a levantarse”.