Ideas

* Incógnitas

Es probable que tanto la victoria del viernes sobre Islandia como la derrota del martes ante Croacia hayan acrecentado las dudas y menguado el optimismo con respecto a las perspectivas de México en el Mundial en puertas…

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Del 3-0 sobre Islandia nadie se sirvió para echar a vuelo las campanas. Se admitió que así como en el pasado se perdieron partidos en los que se mereció mejor suerte, esta vez el marcador mintió al retratar una superioridad que ni se vio en la cancha, ni reflejó fielmente la diferencia en la estatura futbolística de las dos escuadras.

En cuanto al 1-0 adverso ante Croacia —a despecho de la ausencia de media docena de supuestos titulares, que dio pie a una rabieta de Juan Carlos Osorio, discordante con la ponderación que ha sido la marca de la casa desde que asumió el timón del “Tri”—, más allá de las incógnitas derivadas de las lesiones de Araujo, Salcedo y Reyes (los dos primeros, sobre todo), se acentuaron las relacionadas con la solvencia que pueda tener el seleccionado mexicano ante los compromisos ante Alemania, Corea del Sur y Suecia, provistos de un grado de dificultad mayor a los de la eliminatoria que se solventó —hay que reconocerlo— airosa y hasta felizmente.

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Habilitar defensas centrales —Araujo, Moreno, Salcedo, Alanís...— como laterales, funcionó en los partidos de la eliminatoria en que las exigencias fueron menores a las del Mundial… pero ha sido uno de los talones de Aquiles del equipo en cotejos de otro nivel.

En compromisos en que las exigencias han sido mayores, atacantes como Peralta, Jiménez y el “Chicharito” se han quedado inéditos porque no han sido abastecidos de los balones que son la materia prima para los jugadores de área.

En el medio campo, Herrera y Guardado, principalmente, han orientado con sentido las salidas del equipo. En los tres cuartos, Lozano encarna la única posibilidad de encender una luz para la zona de definición; ni Vela ni Pizarro tuvieron la creatividad deseable; Gio y el “Tecatito” no muestran actualmente el talento necesario para llevar la batuta. Y en cuanto a Márquez, ni su edad, ni el nivel que ha tenido en esta temporada con el Atlas, ni sus propios antecedentes en Copas del Mundo, dan argumentos para alimentar la esperanza de que pueda ejercer como el líder que requiere todo elenco con genuinas aspiraciones.

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