Ideas

* Goleador

Pues sí: el Guadalajara, por razón natural -sus ciclos de “Chivas Gordas” y su política de alinear exclusivamente jugadores mexicanos  -, es el equipo que ha tenido más campeones de goleo nacidos en México... ¿Se justifican, a partir de ese antecedente, la aspiración de que Alan Pulido llegue a ser el mejor artillero del actual Torneo de Apertura, y la intención de sus compañeros de apoyarlo para conseguir ese objetivo…?

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A ver…

1.- Cinco campeones de goleo ha tenido el Guadalajara en toda su historia: “Dumbo” López en la temporada 53-54 (empatado con el argentino Carrera y el uruguayo Palleiro); “Mellone” Gutiérrez en la 56-57; Salvador Reyes en la 61-62; Omar Bravo en el Clausura 2007, y “Chicharito” Hernández (empatado con el peruano Fano y el México-estadounidense Hérculez Gómez) en el Bicentenario-2010.

2.- Además de Bravo y “Chicharito”, sólo dos mexicanos han sido campeones de goleo en lo que va del siglo: Borgetti en el Verano 2001, y Reyna en el Clausura 2011. Todo lo demás ha sido hegemonía de los extranjeros, acentuada a partir de que los reglamentos propiciaron que la presencia de jugadores nacionales en los equipos mexicanos pasara a ser meramente simbólica.

3.- Ser, en su equipo, el ejecutor oficial -o uno de ellos- de los penalties, como es actualmente el caso de Pulido, facilita en cierta medida la empresa. (Muchos de los goles que permitieron a Hugo Sánchez ganar el “Pichichi” con el Real Madrid, fueron de penalti. Messi y Ronaldo -hoy por hoy los reyes del gol en el mundo- son, con sus equipos, los habituales cobradores de penalties).

4.- Pulido comparte con Salas, del Necaxa; Lozano, de Santos Laguna, y Gignac, de “Tigres”, el liderato de goleo, con cuatro anotaciones en cinco partidos. Con una salvedad: el Guadalajara ha anotado nueve goles; tres de Pulido y dos de Alanís -cinco en total-, por la vía del penalti, lo que no deja de ser una anomalía. Estadísticamente es poco probable que a las “Chivas” se les siga señalando, en promedio, un penalti por partido.

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Dicen quienes le siguen de cerca los pasos, que Pulido se queda a trabajar más tiempo que sus compañeros en los entrenamientos, y que ha tenido “otros cuidados especiales” fuera de la cancha.

Afanes encomiables, ciertamente… aunque tal vez insuficientes para prolongar lo que hasta ahora parece una casualidad. (Y llevar hasta sus últimas consecuencias, casi un milagro).

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