Ideas

* Dos menos

Dos técnicos -“Chelís” Sánchez Solá en el Puebla, Javier Torrente en el Morelia- ya causaron baja; dos o tres más, por lo menos (ya suenan por ahí los nombres de La Volpe, Caballero, Meza, Cufré, Sosa… y hasta Caixinha) están en la cuerda floja, prendidos con alfileres, expuestos a que el día menos pensado sus dirigentes les espeten el consabido “Agárrate bien de la brocha, que te voy a quitar la escalera”.

En tanto, cumplidas cinco fechas del Torneo de Apertura, dos equipos continúan invictos y comparten el liderato: Querétaro, convertido hasta hoy en el Equipo Cenicienta del certamen, y América que todavía no acusa los estragos que supuestamente le ocasionarían las ausencias de Edson Álvarez, Peralta y Marchesín, transferidos, y Nico Castillo, lesionado… ni manifiesta aún todos los beneficios previstos por sus jilgueros a raíz de las incorporaciones de Giovani dos Santos y Memo Ochoa.

*

Entre los líderes de goleo del certamen hay una presencia sorpresiva: la de Alan Pulido, quien comparte esa calidad con Brian Lozano, de Santos Laguna, y Gignac, de “Tigres”. Presencia sorpresiva, porque tres de sus goles hay llegado por la vía de los penaltis. El más reciente de ellos, por cierto -el que significó el segundo gol del Guadalajara en la derrota del sábado en León-, bastante discutible…

El tema remite al VAR. Por más que haya consenso en el sentido de que la incorporación de esa herramienta tecnológica ha permitido aclarar jugadas y reparar posibles injusticias, la polémica sigue acompañando muchas decisiones. Puesto que al final de cuentas, más allá de las peculiaridades de cada mano o cada contacto físico que se sanciona con la pena máxima -y de ordinario se refleja en el marcador por lo consiguiente-, el criterio del árbitro sigue siendo el factor determinante.

*

Los tres penaltis que Jorge Isaac Rojas señaló en ese partido dejaron un amplio espacio para las dudas; el primero, porque quizá la falta de Van Rankin sobre Meneses ocurrió fuera del área, aunque el chileno cayó adentro; el segundo, porque Molina dio la espalda al balón cuando éste le pegó en un brazo; y el tercero, porque Ramiro González tocó con el brazo a Pulido al saltar en la disputa de un balón… pero es físicamente imposible saltar sin levantar los brazos.

Colofón: con el VAR hay menos injusticias… pero no menos polémica.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando