Ideas

* Doble error

La cara de Tomás Boy, al final del partido del domingo, era la del médico que acaba de dejar al paciente en la sala de terapia intensiva: de seria preocupación; de confusión; de perplejidad… Pensaba, probablemente, en las palabras que dirigiría a sus jugadores, en el vestidor: ¿de ánimo…?; ¿de reproche…? Pensaba, posiblemente, en las respuestas que daría a la prensa, ya instalado en el paredón, frente al pelotón de fusilamiento: ¿cómo reflejar tranquilidad…?; ¿cómo transmitir un mensaje de optimismo a los seguidores de su equipo, una vez que el marcador reflejó con bastante la diferencia de capacidades entre vencedor y vencido…, y, sobre todo, reflejó la inoperancia ofensiva que se va haciendo crónica en el Guadalajara…?

¿Acatar la conseja de “al mal tiempo buena cara”…? ¡Era demasiado pedir!

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El chivo expiatorio, en la primera derrota del “Rebaño Sagrado” en el certamen que arrancó el domingo, fue Toño Rodríguez. Reincorporado al plantel, con la deliberada intención de subsanar las insuficiencias de Gudiño y Jiménez, el arquero rojiblanco cometió un doble error: el técnico, muy grave, evidenciado por los observadores que advirtieron cómo daba dos pasos de costado a la izquierda mientras el disparo de Brian Lozano iba justo al sitio en que él estaba parado; y el mental, más grave aún, al meterle las manos a un disparo originado… en un tiro libre indirecto.

En efecto: el manotazo de Toño dio validez al primer tanto lagunero y puso a las “Chivas” en la lona. Con el reglamento en la mano, el gol no fue de Lozano: fue autogol de Rodríguez. Si el árbitro (Jorge Isaac Rojas) no lo hubiera convalidado -como lo hizo-, el VAR, casi seguramente, lo habría hecho.

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Boy, por lo demás -como su colega Ricardo La Volpe en la derrota del Toluca, en casa, ante Querétaro-, también cargó con buena parte de responsabilidad por la derrota. Aunque seguramente su intención -como la de La Volpe- al realizar cambios en la alineación fue una (Nacho Trelles solía decir, a propósito, que “estos cambios, como todos los que se hacen en la vida, se hacen con la intención de mejorar”), a la hora de la verdad, por darle al violín, le dio al violón.

Por lo pronto, ya dos de los pretendidos refuerzos incorporados para el certamen en curso -Rodríguez y Peralta-, lejos de aportar, quedaron a deber…

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