* “Deserciones”
En efecto: faltó decir que el Liverpool, al ganar, el sábado, la Champions League, entró -no necesariamente “con todos los honores”, pero en fin...- a la estadística, pero que tanto el Tottenham -su adversario en la Final- como el propio Liverpool, ya habían pasado a la historia merced a sus espectaculares remontadas, éste ante el Barcelona, aquél ante el Ajax, en las Semifinales.
Lo normal es a que la Final de un certamen -la Copa del Mundo, la Liga MX, la Champions League… la Concachampions y aun la Copa MX- se le califique como “plato fuerte” de la competencia en cuestión. Pocas veces sucede, en cambio, que lo sucedido en alguno de los episodios previos perdure en la memoria de los espectadores y se convierta en tópico de referencia obligada para los expertos.
Sin embargo, se dan casos…
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Valga el subrayado, antes de dar vuelta a la página para empezar a poner el ojo en los encuentros “moleros” (el calificativo acuñado por “Tuca” Ferretti en alusión a partidos de relleno pactados en canchas norteamericanas sin más beneficio que llevar algunos dólares a las arcas de la Selección Nacional) previos a la Copa Oro que será el primer compromiso formal de la “era” de Gerardo Martino como técnico del “Tri”.
Hasta ahora, las deserciones de Carlos Vela, “Tecatito” Corona, “Chicharito” Hernández, Carlos Vela, Carlos Salcedo, Javier Aquino y Héctor Herrera, algunos “por motivos personales”, otros so pretexto de lesiones o cansancio, han sido las notas dominantes en el proceso previo a los duelos amistosos de mañana contra Venezuela y el domingo ante Ecuador.
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Martino ha dado a las traídas y llevadas “deserciones”, permisos, ausencias justificadas o como se les quiera denominar, su justa dimensión. Nada de dramatizar; nada de desgarrarse las vestiduras…
Por una parte, ninguno de los jugadores aludidos tiene prosapia ni cartel como para colgarse la etiqueta de “gran ausente”. El futbol mexicano, por la otra, a despecho de la invasión de jugadores extranjeros en los equipos profesionales, dispone de una generación de buenos futbolistas. Todos ellos están técnica y mentalmente preparados para la encomienda en puerta.
A reserva de evaluar el funcionamiento individual y colectivo en los partidos de la primera ronda, con Cuba, Canadá y Martinica como adversarios, difícilmente se repetirá con ellos la historia de la Sub-20 (que -como dijo algún malhora- tenía proyectado ir a Polonia… y terminó yendo a Dallas).