Ideas

* Ausencias

Por cierto, ¿quién se acuerda todavía de “los ausentes”…?

Hasta hace poco menos de dos semanas, era el tema obligado en medios y mentideros futbolísticos nacionales: la media docena de “ausencias” en la Selección Mexicana para la Copa Oro…

Se especulaba sobre el perjuicio que podría resentir el “Tri” al no poder contar con jugadores que, en circunstancias normales, constituirían poco más de la mitad de su equipo titular: “Chicharito” Hernández, Carlos Vela, “Chucky” Lozano, “Tecatito” Corona, Layún y Herrera. Se planteaba la pertinencia de que los dirigentes de la Selección Nacional les impusieran correctivos, por rehusarse a participar en un compromiso institucional del futbol mexicano en pleno, aduciendo lesiones o fatiga en unos casos, y en otros simplemente “motivos personales”. A algunos “expertos” les parecía inaudito, escandaloso incluso, que, lejos de poner el grito en el cielo y desgarrarse las vestiduras, el técnico nacional, Gerardo Martino, no sólo considerara respetables -y atendibles, por lo tanto- los argumentos de los jugadores que solicitaron no ser llamados, sino que declarara, con la mayor naturalidad, que esas ausencias permitirían convocar y dar la oportunidad de manifestarse a otros jugadores, que en circunstancias normales no serían seleccionados.

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Claro: aún falta para que pueda hacerse la valoración definitiva del desempeño del “Tri” en la Copa Oro. El compromiso va apenas a la mitad del camino. Existe, desde luego, la posibilidad de que la nota aprobatoria que hasta ahora va labrando el equipo, victoria a victoria -“golpe a golpe, verso a verso”, diría Machado-, se modifique si no se mantiene la regularidad mostrada hasta ahora, tanto en el funcionamiento del equipo como, sobre todo, en los resultados.

Las tres victorias conseguidas en los tres partidos ya jugados -más los dos previos, amistosos, de preparación para el certamen-, van dando la razón al “Tata”. Los elogios que la crítica -superada la pataleta inicial por las ausencias señaladas- ha dedicado a jugadores como Carlos Rodríguez o Antuna (el goleador del equipo), ocupantes de los puestos que normalmente tendrían otros dueños, e incluso las versiones de que ya hay equipos europeos interesados en sus servicios, demuestran que, bien visto, en la Selección Mexicana, como suele decirse, “ni sobra el que llega... ni falta el que se va”.

Moraleja del cuento (con la venia del refranero): “Se murió nuestro padre San Francisco… ¡y malhaya la falta que hizo!”.

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