* Argucias
Un tema que, hasta donde se sabe, no fue abordado en la conferencia de prensa posterior a la presentación de Gerardo Martino como técnico de la Selección ni en las entrevistas subsiguientes, fue el relacionado con la medida en que apelaría a la inclusión de jugadores naturalizados en el “Tri”…
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El tema tiene miga… Por un lado, la presencia mayoritaria de jugadores extranjeros en casi todos los equipos participantes en la competencia doméstica, se traduce en escasez de talentos nacionales elegibles para hacer frente a los compromisos de la Selección. Por el otro, el consenso histórico, tanto de los aficionados como de los críticos, es adverso a la incorporación de futbolistas naturalizados en el equipo nacional. En efecto: aunque en tiempos recientes fue frecuente la inclusión de jugadores extranjeros en el “Tri”, y aunque reglamentariamente es válido, el recurso genera más frustraciones que satisfacciones.
Los resultados de la práctica han sido aceptables, simplemente aceptables, cuando los jugadores nacionalizados han ayudado a sortear empresas -las eliminatorias y los Mundiales de Alemania-2006 y Sudáfrica-2010-… pero siempre han dejado un regusto chocante en el paladar de los analistas, a partir de la convicción de que es preferible una cosecha modesta basada en el esfuerzo propio, que una mejor basada en argucias apoyadas en la discutible premisa de que el fin justifica los medios.
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Juan Carlos Osorio entendió bastante bien esa peculiaridad de la idiosincrasia mexicana, y la respetó durante su ejercicio. Cuestionadas y todo, aplicó fórmulas futbolísticas adecuadas para conseguir en la eliminatoria los resultados que le dieron el boleto al Mundial de Rusia-2018 sin necesidad de solicitar uñas ajenas.
El lunes, al asumir el cargo, Martino ofreció conformar “un equipo competitivo, reconocible que se identifique con la gente”… Lo primero deberá interpretarse como capaz de alcanzar los resultados razonablemente exigibles; lo segundo significa que -a diferencia de los de Osorio- tenga un estilo propio; y lo tercero, que respete el legítimo deseo de los observadores, de que refleje las cosas positivas del futbol mexicano, sin obsesionarse en conseguir resultados mediante procedimientos que no por ser legales dejan de ser artimañas.
Así que…