- “Vox populi”
A manera de preámbulo: es muy extenso el catálogo de las frases de pensadores ilustres que han puesto en tela de duda las virtudes de la democracia. Thomas Fuller, historiador y teólogo inglés del Siglo XVII, por ejemplo, dijo que “Las muchedumbres tienen muchas cabezas, pero poco cerebro”; Robert de Lammenais, sacerdote francés que vivió entre los siglos XVIII y XIX, preguntaba “¿Cómo se concibe que por mayoría de votos se determine lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto?”; Juan Jacobo Rousseau, escritor y filósofo francés del siglo XVIII, escribió que “Si hubiera una nación de dioses, éstos se gobernarían democráticamente, pero un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres”; George Bernard Shaw, escritor irlandés que vivió entre los siglos XIX y XX, en fin, dijo que “La democracia sustituye las designaciones que efectúa una minoría corrompida, por las elecciones que efectúa una mayoría incompetente”.
-II-
Es probable que en eso paren las misas políticas -valga la expresión- más ruidosas de los últimos tiempos en México: en que los ciudadanos del estado de Guerrero que acudan a las urnas el próximo 6 de junio, decidan libremente si aceptan o rechazan a Félix Salgado Macedonio como su próximo gobernador. Media docena de acusaciones de abuso sexual presentadas en su contra -la primera de las cuales data de 1998, sin que el proceso haya avanzado gran cosa- han motivado una escandalera, desde hace meses, y alimentaron las manifestaciones del lunes pasado contra los abusos de toda índole en contra de las mujeres (“Un violador no será gobernador”, fue una de las frases más reiterativas de las participantes en esa jornada).
La incapacidad del aparato judicial para resolver en forma “pronta y expedita” los conflictos, por una parte, y la dudosa pulcritud y consiguiente validez de la encuesta que supuestamente permitió a su partido ratificar la candidatura del interfecto, por la otra, dejan en pie la duda entre la veracidad y la buena fe de las denunciantes, y la presunción de inocencia del denunciado. Éste último, sin embargo, ya ha sido vapuleado por la “vox populi” (“vox dei”, según algún blasfemo). De “impresentable”, lo han calificado muchos columnistas; en las redes sociales se le tilda de “borracho, drogadicto, pederasta, violador” y otras lindezas.
-III-
Colofón: la democracia podrá tener muchas imperfecciones, pero la solución, en el caso, es esa: dejar que el pueblo decida… o esperar hasta el Día del Juicio (pero ya en la tarde).