Ideas

- ¿Verdad y justicia?

Qué ironía: el día de la fiesta nacional por antonomasia; cuando la mayoría de los mexicanos deciden hacer una tregua con su destino (“Al mal tiempo, buena cara”), olvidarse de los asuntos que los dividen, los afligen o los avergüenzan para condensar en un grito -“¡Viva México…!”- su anhelo, su esperanza, su sueño de que vengan tiempos mejores en materia de bienestar, educación y justicia, se difunde la noticia: “La justicia mexicana (“whatever that means”, diría Don Daniel Cosío Villegas) liberó a otros 24 detenidos, vinculados a la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre de 2014”.

-II-

Es probable que a la generalidad de los mexicanos la noticia les haya pasado de noche; que, en pleno “puente”, sin tomarse la molestia de ojear (de ojo, no de hoja) un periódico o buscar un noticiario para darse una idea de cómo anda el mundo, pocos hayan tomado nota de que el subsecretario de Derechos humanos, población y migración de Gobernación, Alejandro Encinas, informó que Samuel Ventura Ramos, juez primero de distrito de procesos penales en Tamaulipas, dispuso, en efecto, la liberación de 24 personas que se encontraban detenidas y sometidas a proceso bajo su jurisdicción. Se trataría de posibles miembros de grupos criminales (“Guerreros Unidos”, “Los Bélicos”…) o policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco, que quizá participaron en la detención, desaparición y probable asesinato e incineración de los cadáveres de los 43 estudiantes. Los 24 indiciados habrían sido liberados, no porque sus defensores o ellos mismos probaran su inocencia, sino porque el juez estimó que los indicios de prueba y las declaraciones inculpatorias en su contra fueron obtenidas mediante la añeja (y sistemática) práctica de la tortura.

-III-

Como en el caso de “El Gil” (Gildardo López Astudillo), presunto autor (o coautor) intelectual de dichos crímenes, liberado a finales de agosto, el juez de referencia, por lo que se infiere de la declaración de Encinas, se excedió en sus atribuciones, porque las probables “violaciones al debido proceso” obligan al juzgador a reponer el procedimiento y la investigación… pero no lo facultan para liberar sin más trámite a los indiciados. Y en el caso, según las notas de prensa, con ese pretexto ya han sido liberados 77 -es decir, más de la mitad- de los 142 inculpados.

Con lo cual, esperar que la verdad y la justicia resplandezcan al final del “Caso Ayotzinapa”, es pecar de ilusos (…para decirlo amablemente).

Síguenos en

Temas

Sigue navegando