- ¿Va en serio…?
A ver, señor Presidente, ¿va en serio que “cada quién se va a hacer responsable de sus actos”, o es pura palabrería para evitar, precisamente, asumir la responsabilidad que como autoridad suprema del país le corresponde…?
La frase entrecomillada forma parte de la declaración presidencial, en la consabida “entrevista mañanera” cotidiana en Palacio Nacional, acerca del conflicto social de moda, una vez que “la guerra contra el huiachicol” pasó a segundo plano... y en un descuido queda en el olvido. Se trata del bloqueo de vías férreas, en siete puntos del estado de Michoacán, por parte de una facción -“la más radical”, dicen- de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que demanda el pago de salarios atrasados para mentores de la entidad, del orden -sostienen ellos- de los seis mil millones de pesos.
El bloqueo comenzó hace 15 días. Sus afectaciones se valúan en unos mil millones de pesos diarios. Quiere decir que los perjuicios ocasionados por los bloqueos ya son mayores que los adeudos que los motivaron.
-II-
Si, en efecto, “cada quién se va a hacer responsable de sus actos”, habría que preguntar, a continuación, ¿quién va a asumir el costo, en pesos y centavos -porque en eso debería consistir la “responsabilidad” (por definición, “obligación de responder de algo”)-, de las afectaciones a terceros causadas por los bloqueos?: ¿los “trabajadores de la educación” que instalaron campamentos sobre las vías para inmovilizar los trenes?; ¿los dirigentes sindicales que decidieron utilizar esa táctica como forma de presión para reivindicar los derechos de sus agremiados?; ¿el Gobierno federal, si en las proyectadas “mesas de negociación” resulta que incumplió su “responsabilidad” de liquidar puntualmente los honorarios de los mentores?; ¿a quienes gobernaban hasta hace dos meses, si ellos, por negligencia, torpeza, dolo o lo que se quiera y mande, al incumplir la “responsabilidad” que legalmente les correspondía, propiciaron este costoso desgarriate…?
-III-
Por lo demás, suena muy bonito eso de “no vamos a reprimir” (faltó decir “al pueblo bueno y sabio”), se infiere que para no imitar a quienes gobernaban en 1968 y 1971…
Reprimir, empero, no equivale a agredir, masacrar, o perpetrar abuso, injusticia o atrocidad alguna. Reprimir significa, simplemente, “contener por la fuerza el desarrollo de algo”… Si se trata de algo ilícito -como afectar gravemente “el derecho ajeno”-, hacer un uso adecuado, razonable y proporcional de la fuerza pública forma parte, también, de la “responsabilidad” del gobernante. ¿O no…?