- Triunfalismo
La historia de los esfuerzos para abastecer de agua a los habitantes de Guadalajara comienza, cuando menos, desde la cuarta fundación de la ciudad…
-II-
Después de las tres primeras intentonas (en Nochistlán, Tonalá y Tlacotán, sucesivamente), Nuño de Guzmán, Beatriz Hernández, Miguel de Ibarra y demás peregrinos decidieron asentarse, el 14 de febrero de 1542 según refiere la tradición, en la margen poniente de un río (San Juan de Dios) que “nacía” en los manantiales del Agua Azul, Agua Blanca y San Ramón, entre otros. Ese río, poco caudaloso, fue entubado a principios del Siglo XX para dar lugar a la actual Calzada Independencia.
La historia también refiere el sistema de galerías filtrantes, diseñado por Fray Pedro Buzeta, en el siglo XVIII, para traer a Guadalajara las aguas de los entonces “Colomitos lejanos” (inmortalizados así por Pepe Guízar en la letra de su “Guadalajara”).
A mediados del siglo pasado el Lago de Chapala -“el más grande de México”, aunque alguna de sus crisis lo pusiera, hará unos 25 años, en trance de agonía- pasó a ser, bien que mal, mediante los canales de Atequiza y Las Pintas, la principal fuente de abasto para una mancha urbana que ya abarca Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan, Tlajomulco, El Salto, Juanacatlán, Ixtlahuacán de los Membrillos, Acatlán de Juárez y Zapotlanejo, se sigue desparramando en forma incontenible y de unos años a la fecha crece también hacia arriba de manera espectacular, por no decir que aterradora.
En años recientes se han sucedido diversos proyectos para resolver el problema: el sistema La Zurda-Calderón en Los Altos, el de la presa de Arcediano en la Barranca de Huentitán, el Acuífero de San Marcos y los embalses de El Zapotillo y El Purgatorio, etc. Los que no han abortado, han resultado insuficientes.
-III-
En “Las Políticas Públicas de Construcción de Presas para el Abastecimiento de Agua en el Área Metropolitana de Guadalajara”, publicado en 2018 por la Universidad de Guanajuato, se señala que “La agenda en materia hídrica se ha implementado de manera vertical, desde ciertos grupos de poder, sin tomar en cuenta otros actores sociales así como una serie de impactos socioculturales, económicos y ambientales para las poblaciones afectadas”: algo que convendrá considerar seriamente antes de echar a vuelo las campanas ante la noticia (EL INFORMADOR, VI-30-21) de que “Jalisco acuerda con Federación aprovechar El Zapotillo para resolver desabasto de agua”.
(Como dijo Santo Tomás: “Hasta no ver, no creer…”).
jagelias@gmail.com