Ideas

- Temores

Es muy probable que, con el tiempo y el ganchito consabido, se avance en la segunda etapa del proyectado “Paseo Alcalde”. La primera –la preliminar— sería la conclusión de la obra civil en curso: la repavimentación de la antigua Avenida y la instalación del arbolado y el mobiliario urbano con los que se pretende devolverle la imagen amable que gradual e inexorablemente fue perdiendo en el último medio siglo, a medida que se convirtió en un río interminable, pestilente, contaminado y ruidoso de automóviles y camiones urbanos. La siguiente, según la intención de las autoridades municipales que se lanzaron a la aventura de metamorfosear la arteria, será atraer inversiones y establecer los giros comerciales –cafés, bares y restaurantes, principalmente— que la conviertan, como decía el alcalde (hoy con licencia) Enrique Alfaro, en “la nueva Chapultepec” (o Lafayette, como preferirían los puristas, en todo su derecho, que se le llamara).

Sin embargo…

-II-

Sin embargo, no va a ser cuestión de “enchílame otra”…

Por principio de cuentas, en la Avenida (y futuro Paseo) Alcalde no hay las construcciones que en Chapultepec (o Lafayette) abundan: antiguas quintas, espaciosas, jardinadas muchas de ellas, que pueden reconvertirse, con algo de imaginación y con una inversión moderada, en los negocios exitosos que constituyen el evidente “boom” de la primera.

Por otra parte, la Fiscalía General del Estado difundió ayer un dato inquietante: durante los primeros once meses de 2017 se denunciaron 337 delitos –casi uno diario en promedio— cometidos en las calles de la Colonia Americana, uno de cuyos ejes, en todos aspectos, es precisamente la Avenida Chapultepec.

Los delitos más socorridos fueron el robo a negocio, el robo a persona, el robo de vehículo y robo de artículos del interior de un vehículo.

No se necesita demasiada perspicacia para concluir que se trata de los delitos que podría imaginarse cualquier persona medianamente enterada de que en la zona hay continua afluencia de visitantes, en automóvil… especialmente por la noche; ni para reparar en que la incidencia delictiva se da a despecho de “operativos especiales” como los que supuestamente implementó desde septiembre la Comisaría de Seguridad de Guadalajara en las calles de esa colonia, calificada como uno de los “puntos rojos” de la ciudad.

-III-

Se justificarían, así, los temores de los vecinos de las calles aledañas, de que la inseguridad en toda la zona se incremente cuando el futuro Paseo Alcalde muestre su nuevo rostro… como un milagro no suceda.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando