- Pitorreo
Ya no es sólo el desprecio más absoluto por la vida humana. La reiteración, en el vecino estado de Zacatecas, de episodios que han tenido como común denominador el asesinato de posibles delincuentes miembros de bandas rivales y como firma o tarjeta de presentación la horrenda coreografía de colgar los cadáveres en lugares públicos, acompañados de mensajes de advertencia, dio pie a que el Presidente López Obrador decidiera visitar la entidad, ayer, para anunciar el denominado “Plan de Apoyo para Zacatecas” que pretende aplicar “estrategias” orientadas a extirpar de raíz las causas de ese fenómeno.
-II-
Sin ser exhaustivo, porque seguramente ha habido crímenes de los que ni la prensa ni las propias autoridades se han enterado, el catálogo de las recientes atrocidades ocurridas en esa entidad es pavoroso: en dos meses y medio de la actual administración se han registrado 414 asesinatos; en lo que va del año se han encontrado 47 cadáveres colgados, 34 de los cuales en Fresnillo; el martes, tres cuerpos aparecieron colgados de un puente en San José de Lourdes, y seis más en árboles a inmediaciones del lugar; hace una semana diez cadáveres fueron colgados por sus asesinos en un puente vehicular en Ciudad Cuauhtémoc. Las notas periodísticas (“Milenio”, XI-24-21) subrayan que “el principal modus operandi de un grupo criminal que se disputa el territorio, es dejar los cuerpos colgados, con mensajes a sus adversarios”.
La reiteración de esos episodios, más la noticia de que en varios municipios los policías solicitaron su baja de las corporaciones, y de que el propio alcalde de Ciudad Cuauhtémoc ha recomendado a los pobladores abstenerse de salir a la calle “salvo a trabajar o al mandado”, son pruebas fehacientes de que las autoridades municipales y estatales se declaran incompetentes para enfrentar y contener la criminalidad y la violencia. Han tirado la toalla, pues.
-III-
Es el turno del Gobierno federal. Como no se saque de la manga un as sorpresivo -cosa tan deseable como improbable-, la “estrategia” de quien ofreció “pacificar al país” en seis meses contados desde el inicio de su gestión, se ha limitado, hasta ahora, a ofrecer dádivas (como las del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”) a falta de opciones en honestas actividades productivas...
Eso, e insistir en la consigna de “abrazos y no balazos”, de la que obviamente se pitorrean quienes han hecho del crimen y la violencia -robos, secuestros, extorsiones, narcotráfico, asesinatos con mensajes de advertencia a sus adversarios...- su modus vivendi.
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