- Pelo en la sopa
Ni el dato ni su valoración proceden de quienes se empecinan en buscar pelos o moscas en la sopa, en un país que, según los consabidos “otros datos” del discurso oficial, va “requetebién”…
El dato (“El Financiero”, IV-5-19, p. 4) consiste en que “La captación de remesas por el país se disparó en julio, y en lo que va del año alcanzaron (sic) 20 mil 525 millones de dólares: un monto sin precedente para un período similar”. Dichas remesas (ibid.) fueron la principal fuente de divisas para México de junio de 2018 al mismo mes de 2019: “Sumaron -puntualiza- 34 mil 687 millones de dólares, contra 29 mil 369 que se captaron de inversión extranjera directa (en el mismo período), y muy por arriba de los 21 mil 824 millones por turismo”.
La valoración más autorizada -pocos lo pondrán en tela de juicio- de ese dato, cabe en cuatro palabras: “Sin remesas, estaríamos mal”…
-II-
La frase -se impone subrayarlo- no corresponde a ningún crítico (ni, mucho menos, “enemigo”) de la actual administración. No fue entresacada de los comentarios que personajes identificados a partidos políticos que otrora fueron Gobierno y ahora son oposición, dedicaron al Informe presidencial del domingo pasado. Tampoco corresponde a los dirigentes del sector empresarial, diestros en incorporar acotaciones tangenciales a los reportes oficiales, con la aviesa intención de desacreditarlos.
Tanto el comentario señalado como las ponderaciones adicionales de que dichas remesas “son una bendición”, de que “con esto se reactiva mucho la economía popular”, de que “es un dinero que llega a millones de familias”, de que “es lo que ayuda al sustento de mucha gente” y de que “es la inversión principal para la gente del pueblo”, fueron hechos el lunes, en Hermosillo, en conferencia de prensa… por el propio Presidente López Obrador.
-III-
Por si hubiera necesidad de aclarar el concepto, las remesas son las aportaciones económicas que envían a sus familiares los mexicanos residentes en otros países.
No hay datos precisos, por el amplio margen de clandestinidad que hay en la migración, pero se estima -conservadoramente- que nueve de cada diez mexicanos que emigran, lo hacen hacia Estados Unidos; que en ese país residen -muchos de manera legal, muchos como indocumentados- alrededor de 40 millones de mexicanos, procedentes sobre todo de los estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán… y que el fenómeno retrata fielmente una realidad atroz: la falta de oportunidades laborales en su propio país.