- Palabras, palabras...
Cuando abortó estrepitosamente el Plan A, de construir a inmediaciones del Parque Morelos las Villas Panamericanas para los Juegos de 2011, y, a partir de ahí, generando un contagio positivo, repoblar el cada vez más degradado Centro Histórico de Guadalajara, apareció, triunfalmente, el Plan B: los monumentales baldíos se destinarían a un proyecto más ambicioso aún: la Ciudad Creativa Digital.
-II-
Por saliva no quedó. Se dijo que la intención era “hacer de Guadalajara (nada menos que) la capital de la innovación y la creatividad en México”. En 2015, el Banco Interamericano de Desarrollo inyectó al proyecto un financiamiento de 500 mil dólares, supuestamente “para impulsar los beneficios y oportunidades de desarrollo” de las empresas que se instalarían en ese núcleo. La intención expresa era “convertir a Guadalajara en una de las ciudades más innovadoras del planeta”… Durante la edición 2019 de la feria de emprendimiento e innovación Talent Land (“Tierra del talento”, modestia aparte) 2019, el actual Gobernador, Enrique Alfaro, ofreció “detonar las actividades y servicios de inversión en este estratégico sector de la economía del futuro, y así detonar (sic) el renacimiento de este centro emblemático”.
La intención era -¿y sigue siendo…?- transformar al Centro de Guadalajara en una especie de Zona Industrial limpia, no contaminante, y en “un semillero para el desarrollo del talento mexicano para la tecnología”. Ahí tendrían su asiento las industrias tecnológicas que ya se habían instalado en el estado, que desde los tiempos de las primeras administraciones panistas aspiraba a convertirse en el Silicon Valley mexicano. Otro tanto sucedería con “firmas vinculadas con producción creativa de cine y televisión”.
-III-
Además de que la cacareada Ciudad Creativa Digital prometía convertirse en La Meca o el emporio del talento mexicano, el proyecto contemplaba la rehabilitación del espacio público en la zona aledaña al parque Morelos del centro de Guadalajara: “Una zona decadente a la que se ha visto potencial para revitalizarla”, se dijo entonces.
Ahora se reconoce que los avances en el proyecto específico han sido lentos; que se cometieron errores en la construcción de los dos primeros edificios; que difícilmente habrá recursos federales para continuar; que poco o nada se ha hecho para mejorar la infraestructura de la zona, tanto en materia de vialidad como de instalaciones hidrosanitarias…
¿Quién dijo que “el político debe ser capaz de anunciar lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene… y explicar después por qué no sucedió”…?