Ideas

- Opciones

Para el común de los mortales, y en particular para quienes se jactaban de haber sido elegidos por el destino para ejercer esa calidad en Guadalajara y sus alrededores, en materia de movilidad no hay dicha plena...

Los felices propietarios de vehículos particulares provistos de todas las prestaciones, comodidades y lujos imaginarios, pagan su cuota de infelicidad lo mismo al quedar atrapados en uno de los embotellamientos cotidianos que al caer en un bache que puede ocasionarles un serio y costoso daño mecánico. Los usuarios del transporte público comprueban que las hermosas disposiciones de las autoridades a favor de su seguridad, su confort y su salud –esto último convertido en prioridad en el último semestre a raíz de la pandemia de covid-19— no pasan, vía de regla, del nivel de las buenas intenciones...

Hay opciones, desde luego. Sin embargo, tampoco quienes las adoptan están en un lecho de rosas.

Mire usted...

-II-

Las opciones más socorridas en la que otrora fuera nada menos que la sucursal del Paraíso de nuestros primeros padres, han sido –y son— bicicletas y motocicletas. Las primeras forman parte de la tradición: para oprobio de sus lugareños (“afamados por entrones”, ciertamente... pero también por presuntuosos), Guadalajara cargó con la ominosa etiqueta de “pueblo bicicletero”: una etiqueta que, de unos años acá, ha intentado recuperar, considerando tanto las bondades de esa modalidad como la amable topografía de la mancha urbana. Las segundas parecen más adecuadas a distancias y recorridos que se incrementan conforme la ciudad se desparrama.

-III-

Por desgracia, tampoco para ciclistas y motociclistas el panorama es tan amable como se quisiera...

Botones de muestra, dos noticias recientes: una mala... y otra peor.

La primera: en lo que va del mes, los usuarios del sistema MiBici confrontan y denuncian (EL INFORMADOR, IX-6-20) falta de bicicletas o de espacios para devolver las que ya se utilizaron en algunos puertos, además de deficiente mantenimiento tanto de las ciclovías como de las propias bicicletas, a consecuencia de que finalizó el contrato de la empresa que prestaba ese servicio.

La segunda: la madrugada del sábado, un motociclista murió decapitado al estrellarse contra el cancel que delimita el acceso al túnel de la Avenida Hidalgo.

Tangencialmente, las autoridades de Movilidad y Transporte admitieron su incapacidad operativa para hacer cumplir la prohibición de que los motociclistas circulen temerariamente por puentes, túneles, pasos a desnivel e incluso banquetas que se consideran peligrosos para peatones, automovilistas... o para ellos mismos.

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