- La talacha
Las artes y los oficios, por hermosas que sean aquéllas o por nobles que sean éstos, tienen aspectos penosos; eventualmente desagradables. Unas y otras, al final de cuentas, son maneras de acatar la maldición bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
En el caso de la música, además de que algunos la han elegido como su modus vivendi a regañadientes, cualquiera entiende que en las infanterías de las grandes orquestas, los músicos tienen que tocar -lo mejor posible, además- obras que pueden resultarles fastidiosas.
De hecho, por compromisos sociales o políticos, o por mera necesidad económica, las orquestas, a veces, tocan obras poco o nada apegadas a los conceptos tradicionales. Por ejemplo -y sin ánimo de menospreciar esas manifestaciones-, las participaciones de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) en el Festival Internacional del Mariachi, con otras ajenas a su repertorio acostumbrado; o la necesidad de muchos músicos de tocar en bailes o ceremonias religiosas, y no solo en salas de conciertos.
Es “la talacha” (“trabajo mecánico largo y fatigoso”)... o “el hueso”, en el lenguaje de los mismos músicos.
Bien. En lo que la OFJ cumple con compromisos de esa índole, este fin de semana, y reanuda, la próxima, la programación de su Primera Temporada 2022 en el Teatro Degollado, queda el recurso de disfrutar, en YouTube y plataformas afines, algunas audiciones recientes de obras inmortales. Todas ellas dejan la enseñanza de que la música se renueva y el elenco de los intérpretes se enriquece continuamente... aunque las partituras consagradas, por insuperables, se mantengan incólumes.
Botones de muestra, el Concierto para Violín, de Mendelssohn, de octubre pasado, con la Euregio Academy Orchestra, dirigida por Peter Bogaert y Judith Stapf como solista. O la Cuarta Sinfonía de Beethoven, del 29 de enero pasado, con la Hungarian National Philharmonic dirigida por Stefan Solfesz. O la Serenata para Cuerdas, de Tchaikowsky, del pasado 5 de febrero, con la Frankfurt Radio Symphony dirigida por Alain Altinoglu. O el Concierto para Violín, de Beethoven, con Isabelle Faust como solista (y una desusada cadenza acompañada de timbales) y la Filarmónica de Berlín dirigida por Bernard Haitink. O, en fin, una refrescante versión -salvo la mejor opinión del lector amable- de la Primera Sinfonía (“Primavera”) de Schumann, en el Young Euro Classic Festival de 2021, con la Romanian Youth Orchestra, dirigida por Cristian Mandeal.
jagelias@gmail.com