- Humor negro
Sonó a chiste de humor negro: una declaración del presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro, en el sentido de que se han detectado algunos puntos de la ciudad “donde las condiciones son óptimas para usar como hogar”…
-II-
No. Por supuesto, no aludía el alcalde tapatío a las colonias periféricas, localizadas en otros municipios conurbados de la Zona Metropolitana -Zapopan, Tonalá y Tlajomulco, principalmente-, hacia las que se ha desplazado de manera incontenible buena parte de la población que antaño residía en la otrora “Perla de Occidente”. Tampoco aludía al buen deseo -incluido en varios programas gubernamentales, pasados y presentes- de repoblar el Centro Histórico, que modificó ostensiblemente su vocación habitacional original, para volverse eminentemente comercial, al efecto de aprovechar la infraestructura urbana existente… aunque, por otra parte, la saturación vehicular, la consiguiente contaminación ambiental y la insuficiencia de espacios propicios para la convivencia barrial haya vuelto inhabitables centenares de casonas actualmente abandonadas y ruinosas.
“Las condiciones son óptimas para usar como hogar”, decía Del Toro, en referencia a los portales y recovecos del Primer Cuadro de la ciudad, al túnel vehicular de la Avenida Hidalgo o el paso a desnivel de los Arcos del Milenio; es decir, a los espacios que se convierten en refugios de parias e indigentes, sobre todo en esta época del año en que las bajas temperaturas los incitan a resguardarse durante la noche. Aludía, asimismo, a espacios como los albergues que funcionan durante todo el año, como la Unidad Asistencial para Indigentes (UAPI) o el Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia (Cadipsi) del Sistema de Desarrollo Integral para las Familias (DIF) municipal, donde -según datos oficiales- se atendió a más de nueve mil personas durante 2019. Espacios que podrían considerarse opciones para las “personas en situación de calle”, como modernamente y en aras de la corrección política se denomina a los vagabundos (por definición, “personas que carecen de un hogar y deambulan de un lado a otro sin trabajar”).
-III-
El tema, de suyo difícil de manejar aun en circunstancias normales porque los vagabundos, vía de regla, son antisociales, reacios a la disciplina y a normas de convivencia, se agudiza en el invierno, en la medida en que algunos indigentes, literalmente, mueren de frío… o se refugian en espacios como los señalados: “óptimos para usar como hogar”, en efecto -aunque la expresión parezca sobrecargada de humor negro-…, por quienes nada tienen.