Ideas

- Estampas mexicanas

Una: el “derecho de piso”, entendido como el impuesto que los ayuntamientos cobran a los comerciantes para desempeñar en la vía pública una actividad lícita y honesta, es una cosa; el “derecho de piso”, entendido como extorsión aplicada por el crimen organizado a grandes o pequeñas empresas -desde aguacateros hasta modestos abarroteros- a título de “protección”, otra muy diferente.

Con cierta frecuencia se publican informaciones sobre el impacto que esa práctica tiene en la actividad económica. Algunos relatos periodísticos señalan que la misma se ha institucionalizado especialmente en el Estado y la Ciudad de México, Veracruz, Quintana Roo, Guanajuato, Michoacán y Jalisco. Se indica que el monto de las extorsiones depende de la capacidad de los negocios para soportarlas; que las cuotas, como las rentas de las casas, tienden a subir: a empresas a las que se cobraban cinco mil pesos mensuales, ahora se les exigen hasta 30 mil. Organismos como la Cámara Nacional de Comercio señalan que, imposibilitados para satisfacer tales exigencias, muchos negocios se ven obligados a bajar las cortinas, y sus propietarios a huir. Se refiere que las principales víctimas son pequeños o medianos empresarios mexicanos, que tienen familias y puntos vulnerables. Se subraya que la cifra negra relacionada con esa actividad delincuencial es alta, porque la gente teme denunciar, primero porque las autoridades no investigan, y luego por temor a represalias.

-II-

Otra: ante las frecuentes irrupciones de “los motonetos” (grupos de jóvenes ligados al narcomenudeo o rentados como grupos de choque por organizaciones, particulares e incluso autoridades para generar conflictos o liberar a personas involucradas en problemas viales o que por cualquier razón podrían ser detenidas), algunos habitantes de San Cristóbal de las Casas contemplan la posibilidad de armarse e integrar grupos de “autodefensas” similares a otros surgidos en Chiapas; verbigracia, “El Machete” en Pantelhó; “Los de la Selva” en Altamirano, y “Fuerzas Armadas de Simojovel” en esta última población. Tales grupos surgen, se diría que por generación espontánea, con el mismo objetivo: enfrentarse a los grupos de delincuencia organizada y a los malos gobiernos en la zona selvática y montañosa de Chiapas.

-III-

Esas son realidades que parecen haberse institucionalizado, y de las que da cuenta la prensa...

Habría que preguntar qué significa, en ese contexto, la aseveración de que “no se permite la impunidad” que todos los días se les repite a los mexicanos desde la más alta tribuna del país en que muchos aún viven... y muchos más simplemente sobreviven.

jagelias@gmail.com

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