- "Cuautitlán"
“No por complejo de inferioridad, sino por conciencia de la realidad”, como decía el pariente, cuando los habitantes de Jalisco, Nuevo León y otros estados cuyas capitales crecían exponencialmente se quedaban como el chinito del cuento (“nomás milando”) mientras en la Ciudad de México se multiplicaban las rutas del Metro, se acuñó una variante del dicho según el cual “Fuera de México... todo es Cuautitlán”:
–Fuera de México... todo es Poncitlán.
(U Ocotlán, o Tenamaxlán o lo que sea, con tal que rime).
-II-
Los miles de primeros usuarios (33 mil el sábado, seguramente muchos más ayer domingo) que ya dieron el visto bueno a instalaciones, ruta y unidades de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara, más los que se acumulen en los días en que, por vía de prueba, haya acceso libre a los convoyes, avalarán, seguramente, el tono triunfalista de los discursos oficiales previos, simultáneos y posteriores a la inauguración del sistema: este cambio implica un alivio significativo para la transportación de los tapatíos y una promesa de tiempos mejores para sus habitantes.
Comparado con los legendarios tranvías de mulitas; con los primeros tranvías; con los “camioncitos” que eran la novedad hace 90 años; con los camiones de dos puertas que llegaron hace 60; con los trolebuses y la primera línea del Tren Eléctrico hace 40, o con la primera del macrobús, hace diez, la Línea 3 del Tren implica un salto cualitativo considerable, ciertamente... aunque insuficiente, por sí mismo –como todos los precedentes—, para resolver los problemas de movilidad de los antaño cientos de miles y hogaño millones de habitantes de un núcleo urbano que hace un buen rato dejó de crecer y comenzó a desparramarse.
-III-
Las supuestas soluciones a los “pecados capitales” de las ciudades que alcanzan el rango de metrópolis, generan, a su vez, nuevos problemas. Se ha visto en las vialidades en que se han construido túneles o puentes vehiculares: los alivios a los problemas han sido temporales; el surgimiento de conflictos nuevos, inevitable... Ahora mismo, si, como prevén los urbanistas, la puesta en operación de la Línea 3 del Tren propicia un repoblamiento –mediante la construcción de desarrollos habitacionales verticales, principalmente— de su zona de influencia, es previsible que tampoco las personas que ocupen las viviendas que se construyan, tengan las comodidades de que disfrutaban Adán y Eva en el Paraíso... o, al menos, las que tenían sus abuelos en la Guadalajara de los barrios tradicionales.