Malala, la niña que quería ir a la escuela
Este libro escrito por Adriana Carranca, cuenta con detalle la travesía para llegar hasta el lugar donde vivía Malala y el atentado que sufrió a los 14 años
Malala, la niña que quería ir a la escuela es un libro escrito por Adriana Carranca, del sello Capi Cúa de la Editorial VR Editoras, que cuenta con las ilustraciones de Bruna Assis Brasil y la traducción de Hernán Gugliotella.
Éste es un libro dedicado a todos los niños que les gusta ir a la escuela, estudiar, prepararse día a día para su futuro, aquellos que disfrutan ir a la escuela y para aquellos que después de conocer esta historia a lo largo de 10 capítulos es posible que aprendan a disfrutar de la escuela y a valorar la educación.
El contenido de este título está basado en la experiencia propia de la autora, Adriana Carranca, quien es una periodista brasileña que atravesó el Atlántico y África hasta el desierto para llegar al lugar donde vivía la pequeña MalalaYousafzai, con la intención de descubrir la verdad sobre lo que había sucedido con esta niña. Pues Malala era una niña que quería ir a la escuela, pero en el lugar donde vivía estaba prohibido.
Adriana Carranca explica cómo llegó a ese lugar, que se llama valle de Swat y hace una breve descripción del país, dónde se encuentra así como un poco de la historia del mismo y de la etnia a la que pertenece Malala, que son los pastún.
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Además al final de las páginas incluye un pequeño glosario para saber qué significan o qué son ciertas palabras que utiliza en su narración.
También cuenta acerca de su visita con el ex príncipe, Miangul Adnan Aurangzeb, quien le habló de sus antecesores, de aquellos tiempos cuando las mujeres si tenían acceso a la educación. Pues fue hasta después de una guerra en 2007 que se les prohibió estudiar a las niñas.
La narración está aderezada por las distintas situaciones y anécdotas que le sucedieron a lo largo de este viaje, que se convirtió en toda una experiencia para llegar hasta el lugar donde vivía Malala.
Conoció las historias de cada persona con la que tuvo contacto para lograr su objetivo, las costumbres de la etnia pastún y del lugar. Asimismo, habla de quién es Malala, dónde nació, sobre su infancia y la relación con su padre, cómo se percibía diferente desde pequeña. Lo buena que era para la escuela, su interés por aprender, los idiomas que habla, sus gustos literarios, sus intereses y cómo fue que dejó de ir a la escuela y se prohibió que las niñas asistieran a la escuela en el valle de Swat.
“¡Lucha como una chica!” de Holly Bourne
De forma amena e interesante, involucra al lector en el texto, breve y claramente, explica lo que vivió un pueblo y una niña que tuvo que dejar su hogar junto con su familia huyendo del ejército, mientras su padre viajaba con su campaña en busca de ayuda para poner fin a la guerra. Finalmente la guerra termina y la niña logra regresar a su casa a una ciudad muy diferente, donde debían comenzar de nuevo, en la guerra se destruyeron más de 400 escuelas y 600 mil niños se quedaron sin clases. Pero pronto se las ingeniaron para seguir con su educación.
Tras estas páginas, la escritora y periodista se centra en Malala, pues fue el momento en el que Malala y su padre empezaron a dar entrevistas a los medios de comunicación, y ella se hizo famosa, convirtiéndose en activista por la educación de las niñas y hasta ganó el Premio Nobel de la Paz, algo que por supuesto molestó a aquellos que iniciaron la guerra.
Un día, cuando ella ya tenía 14 años al salir de la escuela temprano por ser día de exámenes, un hombre detuvo el camión escolar, en el que Malala viajaba para llegar a su casa, el hombre disparó en tres ocasiones, alcanzado a Malala y a dos de sus compañeras.
Adriana Carranca habla con detalle del atentado, del terror que se respiraba en el valle de Swat y lo peligroso que era ir a la escuela después de éste. Tuvo oportunidad de hablar con las dos amigas de Malala que fueron heridas, así como visitar la casa de Malala, quien se recuperaba del disparo en un hospital de otro país.
Malala estuvo cuatro meses internada en un hospital, fue sometida a cuatro cirugías, y cinco meses con 10 días después del atentado ella regresó a la escuela, una escuela solo para niñas en Inglaterra, donde ahora vive su familia.
Malala se convirtió en la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz, es un gran ejemplo de cómo una persona y un sueño pueden cambiar el mundo. Así, Adriana Carranca narra la historia de esta niña que quería ir a la escuela.
Hoy Malala es una joven mujer de 24 años que sigue luchando por el derecho de las niñas a la educación.
XM