Arturo Pérez Reverte en la FIL 2022
Escribir La Revolución desde dentro
Quizá, Arturo Pérez Reverte es el español más mexicano o por lo menos, así lo parece. Dice que puede vestirse con una camisa a cuadros, usar jeans y meterse a una cantina para hablar con quien sea, pero aún lo delata el acento de “gachupín”, como él lo dice.
Sentarse con narcos a tomar una copa, ver muerte, machetazos, guerra, lo mejor y lo peor del ser humano, le dio a Arturo Pérez Reverte las armas para contar historias, 16 novelas que son un éxito y que se han publicado en 44 países, porque si bien duró 21 años como reportero de guerra vivió también la transición de convertirse en novelista. Hoy, a sus 71 años, mira hacia atrás y se siente satisfecho, aunque del amor, como dice, prefiere no hablar porque no quiere ser pesimista.
¿Cómo empieza esa La Revolución en tu cabeza?
“Jovencito porque uno de mis bisabuelos paternos fue ingeniero de minas. Uno de sus amigos viajó a México y dirigió una mina en el norte de México, en 1910, entonces le mandaba cartas contándole a mi bisabuelo sobre Zapata y Villa, y en mi casa se comentaban esas cartas, era muy habitual, canciones, entonces toda la vida crecí con cierta curiosidad. Fue así como surgió la idea de contar la vida de un joven a través de la violencia, de cómo un joven madura y conoce del mundo, por eso elegí México”.
¿Cómo fuiste dibujando este mundo de aventura en su libro?
“Yo tengo una ventaja importante, es que es un poco mi historia, cuando yo fui a una guerra por primera vez -que lo hice durante 21 años- si uno los observaba, aprendía de ellos cosas muy importantes sobre el ser humano, lo bueno y lo malo; la guerra era una escuela de aprendizaje brutal y al mismo tiempo, muy interesante, se aprendían cosas que quizá hubiera tardado en aprender en la vida. Mi primera forma de ver la guerra, esa mirada asombrada y de aprendizaje se la presto a Martín Garret para hacer el personaje que es mi propia mirada.
Le doy ciertos aspectos de mi propia vida, por ejemplo, está lo del asalto a un banco, pero lo hice realmente, estaba en Etiopía con los guerrilleros, atacamos el banco, volaron la caja fuerte… yo estaba con ellas, lo recordé y lo convertí en literatura”.
¿Cómo hiciste para encontrar el tono en esta novela?
“Yo no quería ser un turista en La Revolución, yo quería escribirla desde dentro, quería pasar la prueba. No domino el habla, pero por ejemplo yo escribí La Reina del Sur, con un tono muy actual, pero aquí estamos hablando de un mexicano de 1911, lo que hice fue irme a la literatura, hay muy buenas novelas como Los de abajo, Vámonos con Pancho Villa, me leí toda la literatura que pude de la época para tomar palabras y expresiones que ya no se usan ahora, pero yo quería que el lector oyese hablar al mexicano, eso requirió mucho trabajo pero fue satisfactorio”.
¿Cuál fue tu objetivo al escribirla?
“Yo quería escribir esta novela desde dentro y no como un turista. Quizá esta novela sería difícil escribirla para un mexicano porque estaría más condicionado por la historia, la política, el qué dirán, pero yo no tengo que agradar o desagradar a alguien, yo no tengo que congraciarme con un gobierno. Tengo una libertad y esa mirada no contagiada de las cosas interiores de México.
Eso justamente me permitió atreverme. Sale lo bueno y lo malo, no es una versión romántica ni trágica, es la verdad. Se mata, se roba, hay gente buena, generosa, es la vida real, ni glorifica ni romantiza La Revolución”.
¿Qué te inspira para seguir en las letras?
“Para mí escribir es una forma de amueblar el mundo. Para mí escribir es una ilusión, me acuesto pensando en hacer cada día las páginas más bonitas. Escribir es una manera de mantenerte lúcido, vivo. Navegaría, leería, pero no haría nada nuevo. Por eso, como novelista, estoy siempre descubriendo cosas nuevas. Yo lo disfruto porque si sufres al escribir, entonces cambia de profesión”.
Libro: La Revolución.
Género: Novela.
Autor: Arturo Pérez Reverte.
Editorial: Alfaguara.
Páginas: 459.
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