Tiguan R-Line, el precio de tener un tope de gama
¿Vale la pena pagar más por esta Tiguan R-Linede 2.0 litros o mejor ir por la R-Line de 1.4 litros…o es mejor mirar otras opciones en el segmento?
Estamos ante la Volkswagen Tiguan R-Line 2.0 que como su nombre lo dice, lleva el motor más potente de la familia bajo el cofre. Se desprende de las versiones 1.4 litros del resto de Tiguan y deja para la Comfortline la configuración de tres filas de asientos, para ofrecernos más aires de deportividad por fuera y por dentro.
En su más reciente actualización, Tiguan adoptó la fisonomía que inaugurara el Golf VIII, algo que podemos ver en los faros más alargados con luces matriciales IQ Light, que no es otra cosa que tecnología LED de luces interactivas, mientras que la parrilla central tiene una línea que también se ilumina por LED y mismo elemento encontramos en la parte trasera.
Otra característica que la distingue viene de los rines en color negro con 19 pulgadas de diámetro y diseño exclusivo, emblemas “R” y el 4Motion que efectivamente la hace la única Tiguan con tracción integral; esto sumado a una silueta que prácticamente mantiene las mismas dimensiones, con una cajuela de 760 litros volumétricos. Recordemos que este es un mero facelift de la Tiguan que mantiene su fabricación en México y aprovecha las bondades de una generosa plataforma MQB de Volkswagen y se ubica en el segmento de las SUV medianas.
Por dentro hay algo que desde el primer instante en el que me subí, me dejó claro: su ambiente es aspiracional. Desde que abres la puerta experimentas lo que por ejemplo su “prima” Premium, Audi Q5 ofrece a sus clientes, y es ese aire de exclusividad y sentirte en una SUV de categoría superior. Los materiales y el ensamble son de calidad, se nota la mano de obra mexicana en cada detalle bien cuidado. La habitabilidad es buena para cinco pasajeros que disfrutan de un techo panorámico, mientras que en la parte de atrás viajan tres personas adultas cómodamente sentadas, igualmente disfrutan de un habitáculo confortable y por qué no, hasta elegante entre tanta inspiración deportiva. Otra característica en esta versión es que los colores de los asientos son bitono y tapizados parcialmente en piel.
La experiencia de uso con la pantalla de infoentretenimiento de 8 pulgadas es fluida, con una interfaz moderna y que podemos vincular el teléfono mediante Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, esto mientras ponemos a cargar el mismo teléfono en el puerto por inducción. Y Tiguan va al grano con la conectividad pues solo ofrece puertos USB tipo C.
El aire acondicionado es de triple zona y los asientos delanteros cuentan con calefacción o ventilación, lo cual me parece es un plus para esta época tan calurosa cuando tienes asientos de piel y ya sabemos lo que sucede al respecto.
Y los sistemas de seguridad se centran en el freno autónomo de emergencia, alerta de punto ciego, cámara de reversa y sensores de aproximación adelante y atrás, detector de cansancio del conductor, control de velocidad crucero adaptativo y 6 bolsas de aire.
¿Qué tal el manejo?
Hay que decirlo, el motor 1.4 litros le queda bien a todo vehículo del Grupo VAG que lo lleve, incluido Tiguan, pero si querían diferenciarse en serio, con el 2.0 litros lo lograron. Contar con tracción a las cuatro ruedas hace que el vehículo sea más pesado, pero en esta Tiguan se siente con buen aplomo y ágil.
Su propulsor de 4 cilindros, turbo, con 2.0 litros, 180 caballos de potencia y 236 libras-pie de torque acoplado a una caja DSG de siete velocidades (una más que los de motor 1.4), entrega una respuesta rápida y si nos pasamos con el acelerador hasta un ligero torque-steer en la dirección se hace presente, pero en general el giro del volante es suave y preciso, colaborando en el confort. Eso sí, como ya es un clásico, el turbo-lag hay que mencionarlo, pero encuentra su cúspide en la reacción a partir de las 2 mil revoluciones, esto del turbo-lag podemos evitarlo al anticipar nuestra intención de acelerar fuerte, usando las paletas detrás del volante o activando el modo Sport desde la palanca.
La traducción de lo anterior es que tienes en Tiguan una SUV con orientación deportiva sin caer en ese apartado de lleno, con un consumo moderado que ronda los 10 kilómetros por litro y que ofrece la posibilidad de ajustar los modos de manejo en el selector de la consola central, tanto para transitar normal como sport, en nieve o suelo resbaladizo. Esa versatilidad se nota en combinación a una suspensión que está en el límite de considerarse dura, pero es estable y hasta cierto punto cómoda gracias a un rodado de llantas Pirelli de perfil medio (255/45).
En conclusión
Muchos se preocupan por el costo de mantenimiento de este tipo de vehículos, pero Volkswagen tiene el Long Drive que para los Tiguan R-Line ya viene incluido en su precio y cubre los servicios de 3 años o 60 mil kilómetros, por lo que tú solo te preocupas por disfrutar la camioneta.
Otro punto a favor está en su practicidad, como la apertura de la cajuela con pasar el pie por debajo de la defensa trasera, por si tenemos las manos ocupadas. También contar con anclajes Isofix para silla de bebé en la banca posterior y una serie de asistencias en la conducción a la que le agregaríamos un asistente de mantenimiento de carril para tener el kit completo.
Y ya que hablamos de lo que podría mejorar aún y seguramente sucederá en la próxima generación son los terminados, principalmente de los asientos. He de confesar que me bajé de un Nivus que me pareció un vehículo muy cómodo (y del cual les tendremos la prueba más adelante) para luego subirme a la Tiguan R-Line y la sensación fue contrastante, pues los asientos son algo duros con todo y que cuentan con ajuste lumbar y de posiciones, por lo que deja en claro que tiene la orientación deportiva y deja la comodidad para versiones de entrada o intermedias de Tiguan.
Otro mejorable, es que vuelva la perilla del volumen, para bajar o subir tenemos que tocar la pantalla y deslizar el dedo para regularlo, sin embargo, desde el volante es más rápido, pero bueno, habrá que acostumbrarse en pro de la modernidad.
Frente a sus rivales
Por 762 mil 990 pesos te llevas la Tiguan tope de gama; al desaparecer la versión Tiguan Highline, Volkswagen apuesta todo por la R-Line como la de máximo equipamiento tanto con motor 1.4 como con el 2.0 litros y sus rivales específicos en el caso de la que hoy manejamos son: Renault Koleos, Nissan X-Trail, Mitsubishi Outlander, Toyota Rav-4, pero las verdaderas rivales versión contra versión están en la Honda CR-V Touring por su motor 1.5 litros turbo de 188 HP y 179 libras-pie de torque y un precio de 724 mil 900 pesos, siendo más potente y menos costosa que la alemana. Y ni que decir de la Mazda CX-5 Signature que juega en otra liga con sus 228 HP y 310 libras-pie de torque a un menor precio de 663 mil 900 pesos, por lo que solo se justifica en la Tiguan ese precio elevado por tener la tracción AWD como elemento por encima de estas dos rivales.
Y con prácticamente la misma tecnología y terminados, pero con rines distintos, el motor con 30 caballos menos y evidentemente el menor desempeño, puedes “ahorrarte” casi 70 mil pesos con la Tiguan R-Line 1.4 litros.
Ficha técnica
Motor
L4; 2.0 litros; Turbo.Potencia: 180 HP @ 5,000-6,000 rpm.Torque: 236 libras-pie@ 1,500-3,500 rpm.
Tracción
Integral.
Transmisión
Automática de sietevelocidades (7+R) DSG.
Frenos
De discos ventilados adelante y de discos sólidos atrás, con ABS y EBD.
Suspensión
- Delantera: Independiente tipo McPherson con resortes helicoidales.
- Trasera: Independiente, paralelegramodeformable y barra estabilizadora.
Dirección
Eléctrica progresiva.
Dimensiones (mm)
- Largo: 4,728.
- Ancho: 1,839.
- Alto: 1,661.
- Distancia entre ejes: 2,790.
Capacidad
- Peso: 1,914 kilogramos.
- Tanque: 58 litros.
- Cajuela: 760 litros.
Precio
762 mil 990 pesos (precio variable)