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¿Sufres de dolores en el cuello? Descubre si es TORTÍCOLIS

El estrés, la fatiga y la mala postura pueden causar tensiones que afectan negativamente a nuestro cuerpo

¿Experimentas dolores persistentes en el cuello? Es posible que estés sufriendo de tortícolis. La vida diaria puede ser exigente para nuestro cuerpo, provocando estrés, fatiga y mala postura. Si notas dolor en el cuello al despertar o durante el día, es posible que estés experimentando este doloroso padecimiento. Aprende más sobre la tortícolis, sus causas y cómo abordarla para encontrar alivio.

La tortícolis es una afección que se caracteriza por la rigidez y dolor en el cuello, la cual hace que la cabeza se incline, gire o rote hacia un lado. El dolor más intenso se produce en las primeras 24 horas y la duración de la tortícolis suele ser de 2 a 3 días. 

¿Cuáles son los principales síntomas de la tortícolis?

La falta de movilidad en el cuello es el síntoma más frecuente, pero no el único. Los síntomas también pueden incluir dolor, rigidez y calambre o sensación de ardor en el cuello. También se presenta una severa dificultad para girar y/o flexionar el cuello y dolores de cabeza que puede extenderse hasta el brazo o el dorso, entre otros.

¿Qué tipos de tortícolis existen?

  1. Común: Se produce por malas postura o cambios bruscos en la posición del cuello.
  2. Congénita: Presente desde el nacimiento, generalmente debido a la falta de riego sanguíneo o a una lesión en los músculos del cuello durante el parto.
  3. Espasmódica psicógena: Se debe a factores emocionales como fatiga y estrés.
  4. Ocular: Tiene lugar por el acortamiento de los músculos que permiten la inclinación y rotación de la cabeza debido a trastornos visuales.
  5. Ósea: Relacionada con problemas en la columna vertebral, como hernias discales o espondilosis.
  6. Idiopática: Se desconoce una causa clara.

¿Cuáles son las causas de la tortícolis?

Las causas de la tortícolis pueden variar dependiendo del tipo, pero algunas de las más comunes son:

  • Mala postura: Mantener una posición incorrecta por un largo período.
  • Lesiones musculares: Tensión, esguinces o desgarros en los músculos del cuello.
  • Problemas óseos: Hernias discales, espondilosis, osteoporosis o fracturas.
  • Trastornos neurológicos: Esclerosis múltiple, neuropatía, Parkinson, etc.
  • Infecciones: Abscesos, meningitis o infecciones en la columna vertebral.
  • Tumores: Benignos o malignos en la columna vertebral o cuello.
  • Malformaciones congénitas: Anomalías presentes desde el nacimiento.
  • Síndrome de dolor miofascial: Dolor y rigidez en los músculos y tejidos blandos.
  • Estrés y tensión: Tensión muscular debido a estrés emocional o físico.
  • Uso excesivo: Uso repetitivo o excesivo del cuello, como en deportes o actividades laborales.

Es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la causa específica de la tortícolis y recibir un tratamiento adecuado.

¿Cómo puedo tratar la tortícolis?

El tratamiento varía según la causa y puede incluir medicación, fisioterapia, ejercicios de estiramiento y, en casos severos, cirugía. Aunado a esto, te recomendamos: 

  • Aplica calor en la zona, con una almohada de semillas, esterilla eléctrica o paños humedecidos con agua tibia
  • Evita corrientes de aire y bajas temperaturas, protegiendo la zona con una bufanda
  • Masajea suavemente la zona del cuello para tratar la rigidez
  • Toma analgésicos o calmantes musculares para mitigar el dolor
  • Realiza ejercicios de estiramiento

Por lo general, la tortícolis mejora transcurridas las primeras 24 horas y suele desaparecer en 3 o 4 días. Si tarda más de una semana en curarse o notar una mejoría acude al médico.

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