Estos dos problemas de salud mental podrían causar discapacidad social
Podrían afectar gravemente las relaciones interpersonales y el bienestar general, dicen especialistas
La depresión y la ansiedad son dos trastornos que pueden impactar de manera importante la funcionalidad de las personas en diversas áreas de su vida. Estos trastornos no solo interfieren en el ámbito académico, escolar o laboral, sino que también pueden ser una causa importante de discapacidad social, afectando gravemente las relaciones interpersonales y el bienestar general, según explicó Diego Coronel Manzo, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Coronel Manzo, quien también es responsable del Programa de Salud Mental en la UNAM, destacó recientemente que los adolescentes y los jóvenes adultos son los grupos más vulnerables a padecer problemas de salud mental. Debido a esto, subrayó la importancia de redoblar los esfuerzos para promover servicios accesibles que ofrezcan atención integral y prevención oportuna. Es fundamental contar con programas de intervención temprana que permitan reducir el impacto de estos trastornos en la calidad de vida de las personas afectadas, dijo.
Asimismo, mencionó que no es lo mismo atenderlos cuando se identifican de manera temprana que hacerlo una vez que han pasado algunos años y la condición se ha cronificado y el proceso de recuperación es lento.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebró el pasado jueves 10 de octubre, el experto precisa que la prevalencia de las enfermedades de la mente se incrementa conforme el individuo se enfrenta a factores psicosociales asociados al estrés incluyendo pérdidas, ingreso o despido de un trabajo, divorcio, etcétera.
Pero también hay de tipo biológicos que pueden predisponer, en diferentes edades a hombres y mujeres, a presentar esas condiciones, como el periodo puerperal o posparto, así como la menopausia, en el caso de ellas; y en el caso de los hombres los relacionados con la andropausia, la pérdida del status o la separación marital.
Según Coronel Manzo, todos contamos con cierta vulnerabilidad para desarrollar algún problema de salud mental: uno de cada dos individuos en algún momento de la vida lo va a presentar. Así se constató, en especial durante la pandemia, por lo que es importante mejorar las prácticas de autocuidado, desarrollar herramientas de adaptación ante entornos cambiantes y demandantes, y expresar lo que sentimos para recibir ayuda oportuna.
Además, se debe eliminar el estigma que persiste en torno a las enfermedades mentales, producto del desconocimiento. El rechazo hacia el enfermo ha ocurrido a lo largo de la historia; se le relega, excluye, cuando lo que se requiere es brindarle ayuda por parte de la sociedad, recalca.
El universitario aclara que la salud mental se refiere al adecuado funcionamiento, a nivel biológico, psicológico y social de una persona, de modo que sea funcional y productivo para su sociedad y capaz de alcanzar sus metas.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 280 millones de personas presentan depresión; de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país aproximadamente 35 millones han experimentado un episodio depresivo.
En tanto, los trastornos de ansiedad afectaron a 301 millones (2019) según el mismo organismo internacional. Mientras la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (2021) del Inegi indica que 19.3 por ciento de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, otro 31.3 por ciento revela ansiedad mínima o en algún grado.
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