¿Cuál es la mejor vitamina para los huesos y articulaciones?
Hay vitaminas que cumplen funciones en nuestro organismo para una correcta salud ósea, aquí los detalles
Existen actividades en nuestro día a día que pueden ocasionar molestias y dolor en nuestros huesos y articulaciones como los golpes, el exceso de ejercicio, alguna lesión, etc. Para evitar esas situaciones dolorosas y problemáticas, expertos recomiendan consumir vitaminas y minerales, ¿cuáles?, aquí te lo decimos.
El mineral más famoso para el cuidado de nuestros huesos y articulaciones es el calcio. Este elemento, por sus compuestos, mantiene a los huesos fuertes y compactos. Su bajo consumo se relaciona directamente con la disminución de la densidad ósea y con el aumento de probabilidades de sufrir una factura.
Por su parte, la vitamina D cumple la función de ayudar al organismo a que el calcio sea absorbido correctamente. Por lo que incluir ambos micronutrientes en tu plan nutricional ayudará a mantener una salud ósea y a disminuir el desarrollo de enfermedades subyacentes.
¿A través cuáles alimentos se obtienen niveles altos de calcio?
Existen diversos aliemntos que aportan cantidades adecuadas de calcio al cuerpo, entre los que destacan:
- Lácteos: la leche, el yogur y el queso son la principal fuente de calcio.
- Las sardinas enlatadas y el salmón con huesos blandos comestibles.
- Verduras: el brócoli, la col china, acelgas, espinacas y la col rizada también contienen calcio.
- Jugos de frutas.
- Sustitutos de la leche: algunas leches vegetales como la de soya y almendras.
- Tofu.
- Cereales: aunque no se consideran una fuente directa de calcio, pueden apotartar cantidades significativas debido a la frecuecia de consumo de las personas.
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¿Cómo obtener niveles recomendados de vitamina D?
Existen formas diversas a través de las que una persona puede obtener vitamina D:
- Exposición a la luz solar: según datos de la Organización Mundial de la Salud, 20 minutos de sol al día son suficientes para absorber los niveles adecuados de vitamina D.
- Consumir alimentos ricos en dicha vitamina como pescados grasos, la trucha, el salmón, el atún; el hígado de ganado vacuno; a yema del huevo, el queso, y algunos hongos.
- A través de suplementos de vitamina D.
Es importante recordar que antes de hacer cambios significativos en la dieta y estilo de vida, es necesario acudir con los profesionales expertos en el área para que puedan revisar, tratar y dar continuidad a las necesidades y padecimientos específicos de cada persona.
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MC